Las hipotecas multidivisa: reclamar uno de los productos bancarios más conflictivos es posible
Determinadas cláusulas de las hipotecas multidivisa pueden resultar ilegales en algunos casos: conoce cuándo puedes reclamar y cómo hacerlo
Las hipotecas multidivisa se han convertido en uno de los productos bancarios más conflictivos desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Desde hace años los juzgados y tribunales de toda España vienen dando la razón a los consumidores y demás clientes bancarios en cuanto a la falta de transparencia en la comercialización de este tipo de hipotecas, que se caracterizan por estar referenciadas a una moneda distinta del euro. Su funcionamiento resulta más complejo y, a partir de determinado momento, las enormes alzas en las cuotas hipotecarias llevaron a miles de personas a reclamar. ¿Cómo reclamar por una hipoteca multidivisa? ¿En qué se basan los jueces para dar la razón a los afectados?
¿Qué es una hipoteca multidivisa?
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Desde el estallido de la burbuja, son muchas las sentencias que han dado la razón a los clientes bancarios que, tras comenzar a sufrir las consecuencias de las cláusulas de seguridad de las entidades, decidieron demandarlas por no haberles proporcionado toda la información necesaria sobre los riesgos que acarreaban los productos contratados. Desde cláusulas suelo a cláusulas de vencimiento anticipado por impago, pasando por productos como el que comentamos aquí: la hipoteca multidivisa.
La hipoteca multidivisa es aquella que se suscribe a una moneda distinta de la propia -muchas veces yenes japoneses o francos suizos-, con el fin de aprovechar las ventajas que suponen los tipos de interés más bajos -cuando esto sea así- y la evolución de la divisa. Este tipo de contrato hipotecario se implantó con fuerza durante la burbuja inmobiliaria, especialmente en el momento previo a la crisis financiera. En aquel contexto, por ejemplo, los tipos de interés en el caso japonés estaban a cero.
Sin embargo, nada garantizaba que la situación fuera a permanecer estable y, de hecho, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria el escenario comenzó cambiar drásticamente, en contra del consumidor, que vio cómo sus cuotas se incrementaban de forma exponencial en muchas ocasiones. En realidad, el nivel de riesgo de estos préstamos hipotecarios era muy elevado y complicado de manejar para un consumidor con una formación media.
El resultado fue una carga mayor para el hipotecado, que quedaba en manos de las fluctuaciones del mercado de divisas, y cuya deuda podía crecer hasta alcanzar niveles que, como ha asegurado el Tribunal Supremo, pueden superar "significativamente la cantidad que les fue asignada en su cuenta en euros por la concesión del préstamo".
¿Cómo reclamar por hipotecas multidivisa?
Hablamos, por tanto, de un producto complejo que, en función de cómo se comunique al cliente, puede acabar en nulidad por error en el consentimiento si éste no recibió información realista y completa sobre su estructura y las posibles consecuencias de su contratación.
De hecho, las últimas sentencias del Tribunal Supremo refuerzan los derechos de los consumidores y facilitan el camino para la reclamación, al sentar un nuevo e importante precedente en el que la falta de información se convierte en motivo para obtener la nulidad.
Cuando un juez considere que no existió transparencia suficiente en la comercialización de la hipoteca, tal y como ha dictado el Supremo, la solución pasa por dejar la hipoteca como un préstamo reformulado en euros y que se amortiza en euros, corrigiéndose así un abuso en el que los hipotecados tuvieron que "abonar cuotas superiores en aproximadamente un 50 por ciento al importe de la cuota inicial pese a la bajada del tipo de interés".
Así, para reclamar lo más conveniente es hablar con un abogado que pueda analizar si la entidad no explicó de forma detallada los riesgos derivados de la firma de una hipoteca multidivisa. Por ejemplo, es responsabilidad de la entidad haber planteado distintos escenarios posibles más negativos que el del momento de la firma.
¿Qué dice el Tribunal Supremo?
En su más importante sentencia sobre las hipotecas multidivisa, el Tribunal Supremo argumenta que, "en el caso del recurso, la entidad bancaria no explicó adecuadamente a los prestatarios la naturaleza de los riesgos asociados a las cláusulas relativas a la denominación en divisas del préstamo y su equivalencia con el euro, que es la moneda en que éstos reciben sus ingresos, ni las graves consecuencias asociadas a la materialización de tales riesgos".
En opinión del Tribunal, un consumidor medio puede prever un cierto riesgo por la cotización de la moneda, pero difícilmente puede hacerse una idea de los riesgos que realmente entraña. "En ellas, la fluctuación de la divisa supone un recálculo constante del capital prestado, lo que determina que, pese al pago de las cuotas de amortización periódica, el prestatario puede adeudar un capital en euros mayor que el que le fue entregado al concertar el préstamo".