Controlar a los turistas que vengan a España es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los expertos en España para controlar futuros brotes. Se teme más que nada a los casos importados y a los asintomáticos. Pero todo es aleatorio y lograr seguridad, imposible. La cuarentena sería la única medida completamente segura, pero no puede poner encima de la mesa porque ningún turista saldrá de viaje para meterse en una cuarentena en otro páis. Obvio.
El control de todos los pasajeros en el aeropuerto podría plantearse, aunque logísticamente sería complejo y muy costoso: los expertos también señalan que los test PCR dirían que una persona en ese momento no tendría el coronavirus y lo que más preocupan son los asintomáticos. Los expertos aconsejan más que los turistas se planteen la nueva normalidad y sepan cómo actuar en cada momento. Es decir, que al menor síntomas den la voz de alarma y que detallen su red de contactos en su periplo en España. Cierto es que esto podría provocar confinamientos locales, algo que no es descartable durante este verano, aunque el Gobierno manifiesta por ahora tener controlados los rebrotes.
Hasta el momento, cerca de 2.200 personas llegadas a Baleares en vuelos internacionales en el marco del plan piloto han sido pasado un control sanitario por parte de funcionarios de Sanidad Exterior, desde el pasado 15 al 24 de junio, ha indicado la Delegación del Gobierno este viernes. Los visitantes de más de una quincena de vuelos procedían de las ciudades alemanas de Düsseldorf, Frankfurt, Stuttgart, Hannover y Múnich. El control sanitario ha consistido en que una cámara termográfica les ha tomado la temperatura corporal, y completar datos de dos cuestionarios, uno de Sanidad Exterior y otro de la Conselleria de Salut.
La jornada de mayor movimiento de pasajeros controlados por Sanidad Exterior fue la del pasado 18 de junio, con 599 personas. Cuatro días después, el lunes 22 de junio otras 562 personas extranjeras fueron supervisadas. Además, y según la Delegación del Gobierno, Policía Nacional y Guardia Civil han participado en dispositivos para garantizar la seguridad de los turistas y de los residentes extranjeros en el archipiélago dentro del plan piloto. Pero todo sigue siendo aleatorio.
El Gobierno está defendiendo en Bruselas un acuerdo "garantista" para la salud de los ciudadanos de cara a la reapertura de fronteras exteriores de la UE, ha asegurado la ministra portavoz, María Jesús Montero, al afirmar que estas garantías no dependen únicamente de un solo parámetro. Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha insistido en que España está apostando porque la circulación de personas se haga con todas las garantías sanitarias y eso -ha subrayado- no depende solo de una tasa concreta de contagios.
o que realmente cuenta, ha dicho, es si se produce "un control adecuado" de todos los asintomáticos porque no es lo mismo, según ha dicho, que un país controle solo a los enfermos o que lo haga sobre el conjunto de la población. Por eso, ha señalado, "no hay un criterio único" para afrontar la reapertura de las fronteras, prevista para el 1 de julio, sino que lo que se pretende, entre otras cosas, es que se pueda viajar a una zona especialmente endémica "sin ningún tipo de problema para los países de origen".
Ha reconocido que no se trata de una negociación fácil porque "hay intereses lógicos económicos" para que las fronteras se reabran cuanto antes, especialmente en los países más turísticos, pero hay que hacerlo "bajo esas condiciones de seguridad".
Barajas es una de las puertas de entrada de turistas y de la pandemia, nadie lo duda. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha abogado este viernes por hacer test aleatorios de coronavirus a los viajeros que lleguen a Barajas, además de exigir PCR negativo a los visitantes que procedan de zonas de riesgo para evitar que el aeropuerto de la capital sea una vía de entrada para el virus. El regidor madrileño ha admitido que ya en el aeropuerto, España no puede testar a todos los pasajeros, pero ha abogado por “test o controles con carácter aleatorio”, en una entrevista en Telecinco.
El ‘popular’ considera que la seguridad debe ser tanto objetiva como subjetiva para que la recuperación del turismo en Madrid se cimiente sobre la imagen de que la capital española es una ciudad segura. “No es lo mismo la posición de España que otros países de la Unión Europea, tendía lógica que pudiéramos adoptar aquí otras medidas”, ha señalado el regidor haciendo referencia a que España es receptora de turismo. Además, ha advertido de que el rastreo de un rebrote con origen en un pasajero internacional que llegue por el aeropuerto es “mucho más difícil”.
El regidor madrileño ha vuelto a abogar este viernes por los confinamientos selectivos en caso de rebrotes, pues permiten mantener la actividad económica y lo contrario sería “devastador”. Como ejemplo se ha referido a las 19 zonas del área metropolitana de Lisboa que vuelven al recogimiento para cortar la cadena de transmisión.
Jugarnos no jugamos mucho. El turismo es un pilar de nuestra economia. De hecho, el número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en actividades vinculadas al sector turístico registró en mayo una caída interanual del 13,8%, hasta 2,22 millones de personas (355.110 menos) por la crisis del coronavirus, rompiendo la tendencia de subida que mantenía para ese mes desde 2014, y retornando a niveles similares a 2015 y 2016.
Según los datos definitivos difundidos este viernes por Turespaña, organismo dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los afiliados en actividades turísticas supusieron en el mes de mayo el 11,9% del total en la economía nacional. La disminución de los afiliados se registró en todas las ramas turísticas: en la hostelería decreció en 284.165 afiliados, con 198.576 afiliados menos en los servicios de comidas y bebidas y 85.589 menos en los servicios de alojamiento; las otras actividades turísticas disminuyeron en 63.783 afiliados y en las agencias de viajes hubo una caída de 7.162 trabajadores.
En mayo, la cifra de asalariados en el sector turístico, que representa el 78,4% del total de trabajadores afiliados en dicho sector, decreció un 16,4% respecto al mismo mes del año anterior, disminuyendo en todas las ramas de actividad. En concreto, cayó en agencias de viajes y operadores turísticos un 13,5%, mientras que en hostelería lo hizo un 19,2%. Dentro de esta, en los servicios de comidas y bebidas disminuyó un 17,5% y en los servicios de alojamiento, un 24,6%.
Por su parte, el empleo autónomo en turismo, que representa el 21,6% del total de trabajadores afiliados, decreció un 2,6%. La actividad de hostelería muestra una reducción del 3%, cayendo un 3,1% en los servicios de comidas y bebidas y un 2% en los servicios de alojamiento. En las agencias de viajes se observa una disminución interanual del 2,5% en el número de autónomos. En hostelería y agencias de viajes/operadores turísticos conjuntamente, los afiliados en alta laboral a la Seguridad Social disminuyeron en tasa interanual un 16%, cayendo tanto los asalariados (19%) como los autónomos (3%).
En el mes de mayo el empleo en el conjunto de hostelería y agencias de viajes/operadores turísticos descendió en todas las comunidades autónomas. En cifras absolutas, los mayores retrocesos se dieron en Andalucía, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Canarias, representando estas seis comunidades conjuntamente un descenso interanual absoluto del 78,5%. Andalucía fue la comunidad donde más bajaron los asalariados y Cataluña en la que más cayeron los autónomos. En términos relativos, destacan los descensos interanuales de Baleares (-28,1%) y Andalucía (-20,1%). Asimismo, los afiliados asalariados se redujeron en todas las comunidades, destacando Baleares (-30%), Andalucía (-24,5%) y Cataluña (-22,4%). Esa es la realidad. Frenar el turismo, y más con los informes del Banco de España y del FMI nos hundirá más. No hacerlo abre la puerta el riesgo. A una amenaza que nadie puede frenar del todo.