El Mobile World Congress (MWC) vuelve a Barcelona en sus fechas habituales y lo hace con cierta nostalgia para recuperar el brillo perdido por la pandemia, esa que provocó que la edición de 2021 se aplazara al verano. No obstante, la incidencia por el covid y la guerra en Ucrania van a afectar en cierta medida la convocatoria.
Para empezar, se ha eliminado el pabellón de Rusia. Además, se esperan hasta 60.000 asistentes y un impacto económico de 240 millones de euros, es decir, menos de la mitad de lo que dejaba en las arcas públicas de la capital catalana (500 millones de euros). Además, generaba 14.100 empleos temporales en la ciudad.
"El Mobile de este año aún no será como el de antes del covid pero se le parecerá", señaló John Hoffman, CEO de la asociación GSM (GSMA), la organizadora del MWC, en una rueda de prensa previa al evento.
Sin embargo, es recibido con mucha ilusión hoteles y restaurantes. El Museo Nacional de Arte de Cataluña, con la presencia del rey de España, Felipe VI, ha acogido este domingo la cena inaugural de un MWC en el que hasta el jueves 3 de marzo se dan cita personas procedentes de más de 150 países. Y es que por algo es el mayor congreso tecnológico del mundo.
Algunos hoteles que permanecían cerrados por la pandemia han decidido reabrir sus puertas para esta cita tan esperada. La ocupación media hotelera en la ciudad condal ronda el 65%, pero algunos han conseguido colgar el cartel de completo. Los restaurantes, los taxistas y los comercios también se frotan las manos, puesto que saben que los congresistas son clientes que disponen de un alto poder adquisitivo.
A pesar de ser cada vez menos 'mobile' (las marcas apuestan por sus eventos propios para acaparar toda la atención y no compartir protagonismo con sus rivales en eventos multitudinarios), en los pabellones se verán los nuevos teléfonos plegables de los principales fabricantes de estos dispositivos. Además, este año la organización de la feria ha querido poner el foco en la segunda vida de los smartphones y la tecnología.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, tendrá que luchar para convencer a Hoffman de las bondades de Barcelona y así evitar que los cantos de sirena de otras capitales logren llevarse el famoso congreso a partir de 2024.
Las dudas sobre la renovación son cada vez más importantes, aunque las autoridades públicas españolas confían en ello. De momento, el magnate estadounidense descarta un MWC itinerante por Europa porque "no sería operativo".