La guerra en Ucrania, además del coste humano, va a tener consecuencias económicas a corto, medio y largo plazo. El desplome de las bolsas y la subida de la luz y el gas, junto a la de los alimentos, son las más inmediatas. Según los expertos, a medio y largo plazo, vamos a asistir a una desglobalización de la economía y a un aumento del gasto en industria de defensa.
El primer impacto del conflicto se va a notar en nuestros bolsillosconflictonotar en nuestros bolsillos. "Un incremento de la tasa de inflación. Especialmente en el área euro, porque es el bloque económico más sensible o más vulnerable a lo que está ocurriendo en el mercado energético", explica María Romero, socia fundadora de Analistas Financieros Internacionales.
Subida de los precios de la energia y de las materias primas. "El incremento de precio del petróleo, si se mantuviese en torno a los 90 dólares del barril, podríamos asistir a un incremento del nivel de precios en el área euro de unas seis décimas", explica la experta.
Ucrania es el granero de Europa. Y España importa el 30% del maíz para alimentación animal, especialmente este año que con la sequía no hay pasto. Las consecuencias también son estructurales y Europa hará cambios para reforzar su defensa y reducir la dependencia energética.
Rusia está bien preparada para hacer frente a las sanciones. Desde el año 2014, los bancos rusos han reducido hasta dos tercios su exposición en activos financieros internacionales en entidades occidentales.