La pandemia sanitaria provocada por la covid19, el periodo de confinamiento y las posteriores medidas sanitarias y de seguridad, han hecho que cambiemos muchos de nuestros hábitos cotidianos. Y uno de ellos ha sido el de nuestros métodos preferidos de pago. Buscar el menor contacto en nuestras transacciones económicas ha hecho que aceleremos el adiós al dinero en efectivo y que utilicemos otros métodos como las tarjetas bancarias o el pago con el teléfono móvil.
Tanto es así que un 72,7% de la población afirma no llevar encima más de 5 monedas (que normalmente no suponen más de 5 euros). Así se recoge en la Encuesta Nacional sobre el uso del efectivo que ha publicado el Banco de España y cuyos resultados ha elaborado preguntando a público en general, hostelería y pequeño comercio, pero también a gestores de grandes superficies y cadenas de distribución de implantación nacional, en unas encuestas realizadas en 2020.
El efectivo se ha visto afectado por la pandemia como medio de pago minorista, situándose su preferencia de uso en un segundo lugar, tras la tarjeta de débito. El 36% de los encuestados manifiesta que la tarjeta es su medio de pago más habitual.
Según la encuesta, el 35,9% de los ciudadanos manifestaron utilizar el efectivo como medio de pago más habitual, algo más en los municipios de menos de 100.000 habitantes (un 37,5%). Si embargo, el 54,1% se decanta ya por la tarjeta de débito como su medio de pago preferido. Este descenso en la preferencia por el efectivo se ha sostenido desde el año 2014. Entonces, casi un 80% de los encuestados lo elegía como su primera opción.
En 2020 ha descendido notablemente el umbral a partir del cual se prefiere usar la tarjeta por encima del efectivo, pasando las respuestas indicadas por los encuestados de una media de 106 euros en la encuesta anterior a los 52 euros en las respuestas de 2020.
La facilidad de su uso en los comercios también ha incrementado el uso de los medios de pago alternativos al efectivo. Y es que el 84% de los comercios ya no impone ninguna restricción para pagar con tarjeta y solo el 16% mantiene un pago mínimo establecido (que ronda los 11 euros de promedio). Hasta el 40% de las personas entrevistadas prevén utilizar o aumentar el uso de medios de pago ligados a las nuevas tecnologías (como el pago con el teléfono móvil), frente al 24% que declaraba esta intención en 2019.
Un 2,5% de la población declaró en la encuesta que habían dejado de usar el efectivo por motivos de higiene a causa de la pandemia. El hábito del pago con efectivo ha caído especialmente desde el período de confinamiento, en gran parte por el estímulo a favor de otros medios de pago ejercido por casi la mitad de los comercios, así como por las medidas higiénicas derivadas de la alerta sanitaria, como lo manifiesta el 61,2% de la población.
De manera muy significativa un 69,1% de los ciudadanos y un 61,3% de los establecimientos que han modificado sus hábitos, apuntan a que los mantendrán en el futuro próximo.
En cuanto al dinero que llevamos encima, el 88,5% de los ciudadanos lleva a lo sumo 5 billetes en su cartera (el 70,6% no llevan más de 50 euros en total), mientras que un 72,7% de la población no porta más de 5 monedas (que normalmente no suponen más de 5 euros). Un a escasez de efectivo que también tiene que ver con la desaparición de las oficinas bancarias: un 5,9% de los encuestados que viven en poblaciones de menos de 100.000 habitantes declara que la oficina más cercana está situada a más de 10 km. de su domicilio.