2025 traerá consigo algunos cambios a nivel nacional. La reducción de la jornada laboral, la desconexión digital o el incremento de las pensiones. Pero, también habrá algunos ajustes fiscales que, inevitablemente, afectarán a la economía de los hogares y empresas. 

Todos estos ajustes van desde el fin de deducciones hasta la subida de impuestos directos al consumo, la luz o la basura. Estos son los principales cambios para el nuevo año.

Tras haber estado reducido al 2% durante 2024 para mitigar los efectos de la inflación, el IVA de los alimentos básicos como el pan, la leche, el aceite de oliva, los huevos, la fruta, las verduras y las legumbres, que ya pasaron del 0% al 2%, aumentarán a partir del 1 de enero de 2025 al 4%. 

En cuanto a los aceites de semillas y las pastas, que en el mes de octubre ya pasadon del 5% al 7,5%, alcanzarán el 10% en 2025. 

Fue una de las medidas que impulsó el Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas de la Guerra de Ucrania. La reducción al 10% del IVA en 2021 y al 5% en 2022 en contratos de menos de 10 kilovatios siempre que el mercado mayorista superara los 45 euros por megavatio hora. 

En 2025, sin embargo, se espera que el IVA de la electricidad para los hogares recupere su valor normal del 21%. 

Hasta 2024, las deducciones en el IRPF por reformas que redujeran el consumo energético permitían desgravar hasta un 20% del coste (con un máximo de 5.00 euros) si esta lograba un ahorro del 7%, o hasta un 40% del coste (con un máximo de 7.500 euros) si el ahorro alcanzaba el 30%. En 2025, esas ventajas fiscales finalizarán. 

A partir del próximo mes de abril, los ayuntamientos deberán aplicar una tasa obligatoria para la recogida, gestión y reciclaje de residuos urbanos. Una tasa, que hasta ahora era opcional. 

Se estima que será de entre 165 y 200 euros anuales por hogar, aunque aún no se han definido los criterios de cálculo. 

En 2025 se introduce un nuevo gravamen que recaerá sobre los fabricantes y puntos de venta. Por un lado, los líquidos para cigarrillos electrónicos o vapers comenzarán a tributar como el tabaco convencional, dentro de los Impuestos Especiales. 

También se aplicará a las bolsas de nicotina utilizadas como alternativa a los cigarrillos tradicionales. Su entrada en vigor será el 1 de abril de 2025 para dar un mayor margen a la adaptación de esta figura tributaria. 

Las pequeñas y medianas empresas verán reducido en 2025 su tipo impositivo del 25% al 20%. No obstante, las grandes empresas que obtienen beneficios en el extranjero tributarán más. 

El Ejecutivo ha aprobado la creación de un nuevo gravamen temporal energético, que tendrán que satisfacer en el ejercicio de 2025 determinadas empresas consideradas operadores principales en sectores energéticos. 

En él se introduce una "deducción aplicable cuando se realicen inversiones estratégicas esenciales para la transición ecológica y descarbonización, que por su magnitud contribuyan al crecimiento económico y el empleo, ya se realicen en activos fijos o tecnológicos comprometidos en proyectos industriales", explican desde el Gobierno. 

Este decreto no cuenta, hoy por hoy, con los apoyos necesarios para ser convalidado en el Congreso, donde tendrá que votarse en el plazo máximo de un mes. 

El tipo del IRPF que grava el ahorro subirá del 28% al 30% para aquellas rentas que superen los 300.000 euros de beneficio anuales. Esto afectará a los ingresos generados por depósitos, dividendos, seguros y ventas de inmuebles.

Este aumento sigue la línea del alza anterior, cuando en 2023 el gravamen pasó del 26% al 28%. 

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