El precio de la gasolina ha sido un tema recurrente en muchos países y ha experimentado fluctuaciones significativas a nivel mundial, provocando una creciente preocupación entre los conductores y sectores que dependen de este combustible.
Este aumento del coste del combustible ha obligado tanto a consumidores como a empresas a buscar las maneras más eficientes de reducir su gasto en gasolina sin sacrificar la movilidad o el rendimiento.
A pesar de que, el precio de la gasolina es algo que está fuera del control del consumidor, sí que hay muchas formas de reducir el gasto del mismo haciendo pequeños cambios en la forma en la que se conduce y mantienen los vehículos.
Una de las maneras más simples, y también de las más efectivas, de reducir el consumo de gasolina es mejorar los hábitos de conducción. Esto significa conducir a una velocidad moderada y constante, evitar aceleraciones y frenadas bruscas, usar correctamente las marchas en coches de transmisión manual.
Está comprobado que un automóvil en buen estado consume menos combustible. Así que, realizar mantenimientos regulares como el cambio de aceite o limpieza de filtros de aire puede hacer que la eficiencia del motor aumente y así, conseguir reducir el consumo.
También es esencial mantener los neumáticos bien inflados. Ya que si los neumáticos tienen baja presión, pueden incrementar la resistencia al rodaje y, entonces, el vehículo va a necesitar de más combustible para moverse.
Conducir con peso extra que es innecesario puede ocasionar que el consumo del combustible se incremente. Si bien, este consejo no aplicaría en viajes largos debido a que es necesario llevar equipaje, en el uso diario del vehículo sí que sería de gran ayuda.
En caso de que haya paradas prolongadas provocadas por el tráfico o algún accidente, es recomendable apagar el motor. Esto es debido a que un motor en ralentí, en punto muerto y sin aire acondicionado, durante unos 10 minutos es capaz de consumir 0,13l/100km de gasolina.
Si cuando hay que frenar, se suelta el acelerador en vez de usar el freno, casi se detiene el suministro de combustible, reduciendo su consumo en hasta un 2%. Conduciendo con una distancia de seguridad adecuada y teniendo un amplio campo de visión donde se puedan ver dos o tres vehículos por delante, se puede usar este truco y ahorrar combustible.
Lo que no se puede hacer, y está terminantemente prohibido, es pegarse detrás de un camión para evitar la resistencia del viento y ahorrar gasolina porque es una maniobra que pone en peligro la seguridad del vehículo en cuestión y la de todos los que están en la carretera.
Prever y planificar los trayectos también puede hacer que se consuma menos combustible. Evitar congestionamientos y reducir el tiempo que se pasa en la carretera hace que se gaste menos cantidad de gasolina. Muchas aplicaciones de GPS como Google Maps o Waze, ayudan al usuario a escoger el camino más eficiente y así, evitar zonas con mucho tráfico o accidentes.