Llenar un depósito de gasolina es hoy, de media, 9 euros más barato que hace un año, 16 euros si se trata de un repostaje de gasóleo. Una buena noticia en plenas vacaciones, que rompe la tendencia de combustibles más caros en verano, pero que viene de la mano de otra noticia no tan buena. La ralentización de la economía, sobre todo en China que va al ralentí y arrastra a Estados Unidos y Europa, está detrás de la menor demanda de petróleo y, por lo tanto, de la bajada pausada del precio de los carburantes.
Así lo explica el experto en energía de la Universidad Europea de Valencia, Roberto Gómez-Calvet. Gómez-Calvet pronostica, con la mirada puesta en el mercado de futuros, un petróleo por debajo de los 80 dólares el barril y una disminución de la factura energética.
Una noticia positiva para Europa, porque depende del petróleo que compramos fuera, pero que no debe relajar a las autoridades comunitarias y a los estados miembros.
Gómez-Calvet recuerda que la apuesta por la descarbonización, pero también por lograr una menor dependencia del petróleo y el gas externos, debe seguir estando entre los objetivos prioritarios de Europa. Al fin y al cabo, recuerda, la actual Unión Europea nace de un necesario acuerdo por el carbón y el acero. Materias estratégicas, como estratégica es la autonomía energética para la UE.
Además, hay que tener en cuenta que cualquier tensión geopolítica añadida a la ya difícil situación, aunque ningún país de la OPEP esté por ahora implicado en Gaza, puede hacer que el mercado vire y el petróleo vuelva a encarecerse.
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