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La economía española muestra datos positivos de crecimiento, sin embargo, parece que esas mejoras no se acaban de notar en las economías familiares. Los salarios siguen sufriendo para afrontar la subida del coste de la vida, que se disparó a raíz de la guerra de Ucrania. Informan en el vídeo Almudena Calvo, Rocío Martínez y Alma Trabajos.
La sensación de no llegar a fin de mes y de que la economía puede ir bien, pero no tanto en las casas sigue estando en la calle. "Cuando se encarece la cesta de la compra el poder adquisitivo del ciudadano disminuye porque cosas básicas como la alimentación suponen un porcentaje más grande de renta", explica Emili Vizuete, profesor del departamento de Empresa de la Universidad de Barcelona.
Ese poder adquisitivo sigue mermado pese a la buena marcha del mercado laboral. Hay más gente trabajando que nunca, pero el poder de compra de las familia continúa limitado por los altos precios de los bienes de consumo básicos.
"Hay más gente en la familia que está trabajando o hay más familias donde hay más gente trabajando, pero no lo vemos al final en nuestra nómina cada mes, sigue siendo la misma o un poquito más después de todo lo que han subido los precios", señala Manuel Hidalgo, profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide.
La senda de moderación en la que han entrado los precios empieza a aliviar los hogares, pero no es suficiente. "Lo que tenemos que hacer es que lo salarios medios subiesen, entonces se denotaría cierta alegría, explica el profesor Emili Vizuete.
Que las familias tengan mayor renta disponible es clave. Y, según el ministro de Economía, de momento ya se ha recuperado el poder adquisitivo previo a la crisis de inflación.
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