Las vacaciones están pensadas para poder desconectar de las cuestiones que nos afectan en el día a día, sobre todo las relacionadas con el trabajo. Son unos días de descanso que vienen muy bien para poder relajarnos, reducir nuestros niveles de estrés y coger fuerzas para poder regresar a la rutina cuando esos días finalicen.
Eso no quiere decir que todas nuestras preocupaciones se queden en la oficina, hay muchas que no podemos evitar llevarnos en la maleta con nosotros o que poco tienen que ver con lo laboral. Tampoco quiere decir que no puedan suceder cosas desagradables, igual que suceden cuando no estamos de vacaciones.
Por mucho cuidado que pongamos, hay veces en las que las cosas se pierden, pensamos que lo guardamos en un lugar y en realidad no está ahí; otras veces nuestras cosas desaparecen porque nos las roban, como puede suceder con la tarjeta de crédito. Nadie espera que suceda, pero si durante las vacaciones extravías la tarjeta de crédito, conviene tener muy claro qué hay que hacer.
Durante las vacaciones intentamos relajarnos, centrarnos en lo positivo, en los lugares que queremos visitar y la gente que nos acompaña, esto hace que las cosas negativas nos afecten tanto o más que si no estuviéramos de vacaciones, haciendo que nos resulte un poco más complicado reaccionar.
Si en esos días de descanso nos roban la tarjeta de crédito, es importante mantener la calma y actuar cuanto antes, porque el proceso es bastante similar a si nos desaparece la tarjeta en cualquier otro momento. Lo primero que hay que hacer es contactar con tu banco, para cancelar o anular la tarjeta de crédito, haciendo así más complicado que puedan emplearla y robarte tu dinero. Además, si avisas cuanto antes, será más probable que la entidad bancaria te devuelva el dinero en caso de que sea sustraído.
El siguiente paso será poner en conocimiento de las autoridades lo que ha sucedido, por lo que tendrás que interponer una denuncia en la comisaría más cercana, indicando el día del robo, la fecha en la que se comunicó de forma verbal y los datos de la tarjeta de crédito. Tras todo esto tendrás que vigilar de cerca tus cuentas, estando atento a posibles retiradas de dinero y movimientos sospechosos.
Para poder volver a tener acceso a tus cuentas, en muchas ocasiones podrás solicitar una tarjeta de emergencia. La mayoría de bancos tienen números de teléfono disponibles 24 horas para ponerse al servicio del cliente y poder solucionar este tipo de situaciones.
Lo mejor en estas situaciones es prevenir. No siempre podemos evitar que el robo o la pérdida tengan lugar, pero podemos minimizar algunos daños, por ejemplo, no llevando todas las tarjetas juntas o no llevando todas las que tenemos, solo aquella que vayamos a necesitar. También podemos emplear una específica para los viajes, con un límite de gastos establecido. Además, no es mala idea contar con un seguro de viajes que cubra en casos de pérdida o robo de tarjeta.