A la hora de relacionarnos con nuestro banco, manejar las cuentas corrientes que mantengamos activas y realizar trámites que requieren verificar nuestra identidad, es importante conocer al detalle los documentos que nos proporcionan seguridad jurídica y que van a ser claves para realizar distintas gestiones de la vida diaria. Uno de los básicos imprescindibles es el certificado de titularidad.
Entendamos primero qué significa exactamente este documento para valorar su importancia. Un certificado de titularidad es un documento oficial emitido por una entidad bancaria que confirma quién es el titular de una cuenta. Así, incluirá todos los datos necesarios para acreditar el titular o titulares de la misma: nombre completo, IBAN, tipo de cuenta, fecha de apertura y código BIC, entre otros datos clave.
A todos los efectos, sirve como prueba formal de la relación entre el cliente y su banco de confianza, pero su importancia va más allá, ya que nos lo van a pedir para realizar numerosas gestiones de la vida diaria, desde un trámite administrativo hasta la solicitud de una subvención, en la que será necesario adjuntarlo en los formularios para acreditar tanto la titularidad como la cuenta de recepción del dinero, si finalmente somos los beneficiarios. Pueden solicitárnoslo también para la domiciliación de ciertos pagos, como facturas de servicios públicos o préstamos, o al solicitar un crédito.
Como explica la entidad Ibercaja, otra de las funciones que tiene es dificultar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. “Se previene que estas actividades se puedan desarrollar de forma sencilla al imponer a los criminales varios obstáculos difíciles de solventar.
Con el desarrollo y expansión de la banca online en las últimas décadas, una gran mayoría de entidades españolas y extranjeras nos permiten realizar casi todos los trámites imprescindibles por internet. En ese sentido, este certificado no es una excepción. Siempre habrá clientes que prefieran personarse en su oficina de confianza para pedirlo, pero serán los menos.
Al ser un estándar, BBVA, Santander, ING o N26, entre muchas otras entidades, cuentan con un apartado específico en sus pasarelas online para solicitarlo en cuestión de segundos. Solo será necesario identificarnos con nuestras claves digitales, seleccionar la cuenta bancaria en la que queremos acreditar que somos el titular y seguir las instrucciones que nos brinde la entidad a través de su página web. Cada una cuenta con su propio sistema. El proceso es idéntico para pedirlo a través del teléfono móvil.
Normalmente, encontraremos el trámite específico en el apartado ‘Cuentas’, una vez hayamos seleccionado aquella. Vendrá identificado con el nombre de ‘Mis certificados’, ‘Solicitar certificado’ u otros parecidos.
La única diferencia de unos bancos frente a otros será el coste de emisión. Mientras que ciertas entidades lo ofrecen gratuitamente a cualquier cliente que lo pida, otras como BBVA nos cobrarán cada vez que lo solicitemos.