La Declaración de la Renta 2023 para los contribuyentes españoles viene con cambios significativos, y algunos de los contribuyentes que deberían estar atentos a ellos son los que poseen y alquilan propiedades.
En el corazón de estos cambios se encuentra la Ley de Vivienda, aprobada durante 2023. Se trata de una pieza legislativa diseñada para abordar las diversas facetas del mercado inmobiliario, desde la protección de inquilinos hasta incentivos para propietarios. Entre los aspectos más destacados de esta ley, se encuentran las nuevas deducciones fiscales disponibles para los propietarios que alquilan sus pisos, una medida que busca equilibrar el mercado y hacer más accesible la vivienda para todos. A medida que nos adentramos en los detalles de la declaración de este año, es crucial entender si estas modificaciones afectan tanto a propietarios como a inquilinos y cómo pueden llegar a impactar en las obligaciones fiscales y los beneficios disponibles.
Con el foco puesto en fomentar un mercado de alquiler más asequible y sustentable, la ley introduce deducciones que no solo premian a los propietarios por mantener precios de alquiler razonables, sino que también les incentiva a invertir en la mejora de la eficiencia energética de sus viviendas. Estas medidas no solo tienen como objetivo facilitar el acceso a viviendas a precios más bajos para los inquilinos, sino que también buscan contribuir a la sostenibilidad ambiental a largo plazo.
Para los propietarios de pisos en alquiler, la Declaración de la Renta 2023 trae novedades significativas en términos de deducciones fiscales, impulsadas principalmente por la Ley de Vivienda, que entraron en vigor a partir del 1 de enero de 2024. Sin embargo, hay que tener presente que las modificaciones no se aplican a la declaración de la renta de este ejercicio, sino que tendrán efecto en la declaración de renta que se presentará en 2025. Estas modificaciones se dirigen a fomentar el alquiler de vivienda habitual a precios asequibles y la rehabilitación de inmuebles.
Una de las novedades más destacadas es la modificación de la deducción general sobre el rendimiento neto del alquiler. De esta forma, los propietarios aún pueden aplicarse una deducción del 60% sobre el rendimiento neto de las rentas obtenidas por alquiler. Con la nueva ley, esta deducción general se reducirá al 50%. Sin embargo, existirá la posibilidad de incrementar esta deducción hasta el 90% si se cumplen ciertos requisitos, como que la vivienda se encuentre en una zona declarada de mercado residencial tensionado y el alquiler se ajuste a unas condiciones específicas, como una reducción del 5% sobre el contrato anterior.
Además, se introducirán en la próxima declaración deducciones específicas para aquellos propietarios que alquilen sus viviendas a jóvenes de entre 18 y 35 años, o a una administración pública o entidad sin fines lucrativos, pudiendo llegar estas deducciones hasta el 70% dependiendo de la situación.
Es importante resaltar que la aplicación de estas nuevas deducciones está condicionada a que las viviendas estén ubicadas en áreas declaradas como de mercado residencial tensionado. Hasta la fecha, la designación de estas zonas depende de las comunidades autónomas, y hasta el momento, ninguna ha completado el proceso requerido para tal declaración.
Para una gestión eficaz de estas deducciones y asegurarse de cumplir con los requisitos, se aconseja a los propietarios mantenerse informados sobre las actualizaciones de la ley y consultar con asesores fiscales profesionales. Esta preparación no solo maximizará los beneficios fiscales sino que también contribuirá al objetivo social de proporcionar vivienda asequible.