Todos hemos vivido ese tipo de situaciones en las que un conductor que comparte vía con nosotros parece haberse olvidado de la mayoría de normas de circulación de la DGT. Normalmente nos solemos conformar con soltar algún improperio y hacer la respectiva peineta, pero en ocasiones también es posible plantearse si nosotros podemos denunciar a ese infractor sin que la Guardia Civil de Tráfico haya sido testigo de su comportamiento temerario o incorrecto.
La buena noticia es que en la actualidad la participación ciudadana juega un papel crucial en la seguridad vial, otorgando a los ciudadanos la capacidad y, en cierta medida, la responsabilidad de actuar ante conductas imprudentes en la carretera. Las infracciones de tráfico no solo ponen en riesgo la vida de los conductores infractores, sino también la de otros usuarios de la vía, incluidos peatones y ciclistas. La observación y denuncia de estas acciones pueden contribuir significativamente a un entorno de tráfico más seguro y regulado.
Para documentar una infracción y proceder con la denuncia, los ciudadanos disponen de herramientas tecnológicas modernas que juegan un papel fundamental. Los smartphones, equipados con cámaras y grabadoras, permiten capturar evidencia visual y auditiva de las infracciones. Sin embargo, es primordial no incurrir en una infracción mientras se obtienen estas pruebas; por ejemplo, al realizar grabaciones mientras se conduce, ya que además de ser tremendamente peligroso, está penalizado con sanciones significativas - de hasta 500 euros - y retirada de incluso seis puntos del carnet. Por lo tanto, si estamos conduciendo, es aconsejable que el copiloto o un pasajero se encargue de documentar la infracción.
Una vez recopilada la evidencia, el denunciante debe proporcionar una descripción detallada de los hechos, incluyendo la ubicación exacta de la infracción, la fecha y hora, las características y matrículas de los vehículos implicados, y cualquier otro detalle relevante que ayude a demostrar la infracción. También es útil mencionar a posibles testigos y, por supuesto, el denunciante debe identificarse adecuadamente al presentar la denuncia voluntaria, lo que se hará en una comisaría de policía, un cuartel de la Guardia Civil, a la policía local o la junta del distrito. Tras ello la autoridad dará un plazo de 30 días al denunciado para exponer sus alegaciones sobre el comportamiento..
El marco legal actual faculta a cualquier ciudadano a formular denuncias por infracciones de tráfico observadas. Este derecho está respaldado por el Reglamento de procedimiento sancionador en materia de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, que establece que cualquier persona puede denunciar infracciones, no siendo exclusivo de los agentes de tráfico.
De esta forma, la colaboración ciudadana proporciona a las autoridades de tráfico una herramienta adicional para la monitorización y control de las carreteras, complementando la labor de las patrullas policiales. En última instancia, este enfoque colaborativo entre ciudadanos y autoridades puede llevar a una disminución significativa en las infracciones de tráfico y, por lo tanto, en los accidentes y la siniestralidad en las carreteras.