La luz, la gasolina, la cesta de la compra y una lista interminable de la que, por supuesto, tampoco se escapan los vuelos: la subida de los precios, entre sus fluctuaciones, sigue su camino mayoritariamente alcista aquí y allá. Lo será seguro para el tráfico aéreo, según ha señalado la compañía Ryanair recientemente poniendo la voz de alarma en algo que no solo va a afectar a su compañía y que, directamente, en quien va a repercutir también es en el usuario.
Volar este verano apunta a que va a ser algo todavía más caro. Así lo ha señalado Michael O’Leary, director ejecutivo de la aerolínea irlandesa, explicando que distintos retrasos técnicos asociados a los fabricantes van a provocar que tengan que incrementar los precios.
En su caso específico, pero no único, puesto que afecta a otras aerolíneas, el CEO de Ryanair ha explicado que los retrasos en las entregas de Boeing van a provocar que dispongan de unos diez aviones menos de los que tenía planeado para este verano, lo que provocará un alza en el valor de los billetes en Europa.
Concretamente, la compañía tiene firmado un pedido de 57 Boeing 737-MAX8200 y contaba con disponer de 50 de ellos para la temporada de verano. Sin embargo, Boeing solo podrá entregarles unos 40; una circunstancia que alterará la operativa de la 'low cost' irlandesa para los meses de julio, agosto y septiembre, que tendrá que incluir cambios en algunos horarios y una reducción en las frecuencias de vuelo.
No en vano, la aerolínea ya ha implementado estos recortes de horarios en algunos de sus aeropuertos con mayor nivel de costes, como Dublín, Milán Malpensa o Varsovia, donde los costes están aumentando más rápido que la inflación, algo por lo que ha notificado a todos los pasajeros afectados.
En este sentido, y poniendo en evidencia lo que está ocurriendo, asegura que la situación derivada de estos retrasos también afectará a los objetivos de la compañía para el año fiscal y prevé conseguir un máximo de 200 millones de pasajeros en vez de los 205 millones que se propusieron para el ejercicio.
Respecto a ello, en un comunicado ha precisado que están analizando posibilidades para registrar crecimiento entre septiembre y octubre en lugar de en el verano, lo que "solo se puede ofrecer con tarifas más bajas" durante los meses intermedios.
En este escenario, la situación no atañe ni únicamente a Ryanair ni únicamente a Boeing. También afecta a Airbus y al amplio grupo de compañías que trabajan con ambos fabricantes, siendo especialmente los modelos de avión Max 737-8200 y los A320neo los que más quebraderos de cabeza están dando.
Según el pronóstico de O’Leary, este retraso en las entregas, sumado a la paralización de algunas flotas de Airbus A320 de algunos competidores europeos, provocarán una capacidad más reducida para este verano y, por tanto, unos precios más elevados, por lo que anima a los usuarios a seguir un consejo repetido hasta la saciedad en este ámbito: reservar con antelación para "asegurar las tarifas aéreas más bajas disponibles".
La compañía podría llegar a subir un 10% sus tarifas para este verano, según destaca The Guardian, un camino que se espera que se repita en distintas aerolíneas.
Los problemas asociados a los retrasos de Boeing y Airbus derivan de distintos factores, siendo el principal la necesidad de garantizar la seguridad y la calidad de los aviones y sus componentes, como destacan desde las compañías.
Después de que explotara el fuselaje de un 737 Max-9 de Alaska Airlines en pleno vuelo en enero, --aunque no hubo heridos de consideración--, los exámenes de calidad y control, con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos pendiente, se han incrementado, aumentando así los tiempos de entrega.
En el caso de Airbus, la cuestión deriva del fabricante de algunos motores. Concretamente los de Pratt & Whitney que montan los Airbus A320neo, los cuales están obligando a que muchos aeroplanos se queden sin despegar.
Fue en julio de 2023 cuando se supo de un problema relacionado con un metal utilizado para la fabricación del motor PW1100G de estos aviones, algo que, esencialmente, ha derivado en la necesidad de multiplicar las inspecciones y retirar del servicio muchos de ellos para revisarlos.
Con más de 3.000 aviones del A320neo entregados, según Airbus, se cuentan también por miles las revisiones que se precisarían los motores; un hecho que, igualmente, no deja de producir retrasos dejando los aviones en tierra, lo que a su vez repercute directamente en los precios.
Además, son muchas las aerolíneas que cuentan o han contado con este modelo: desde Vueling a Wizz Air, pasando por Lufthansa o Iberia, que en febrero de 2022 anunciaba la incorporación de nueve aviones de este modelo para “rutas de corto y medio radio”.
En esta situación, el director ejecutivo de Ryanair insiste en su pronóstico: “La capacidad de corto recorrido de la UE se verá limitada durante todo el verano La mayor parte de Europa es un mercado de A320 y Airbus", ha dicho, incidiendo en ese consejo que da a los viajeros de comprar con antelación.
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