El informe final elaborado por el Ayuntamiento de Valencia señala que la prueba de los cuatro días de trabajo en la ciudad, en la que se aprovecharon varios lunes de descanso en los meses de mayo y abril, mejoró la salud y el bienestar de los trabajadores, la calidad del aire y la actividad en la hostelería, pero redujo las ventas de los comercios en un 20% y aumentó la ocupación del servicio de urgencias médicas.
El Consistorio había llevado a cabo esta iniciativa piloto durante cuatro semanas, mediante cuatro lunes, bajo la gestión del viejo gobierno formado por Compromís y PSPV-PSOE; hoy presidido por el PP con Vox como socio preferente.
Los ciudadanos han valorado la medida con un 7 sobre 10, y la mayoría de los encuestados cree que la semana de cuatro días es buena para la salud, mejora la conciliación de la vida laboral y familiar, enriquece la vida social y repercute positivamente en una serie de cuestiones relacionadas con el entorno laboral.
El estudio, basado principalmente en una encuesta realizada a 2.100 personas, confirma que estas personas dedican su tiempo libre extra a desarrollar hábitos saludables. Dedicaron más tiempo al ejercicio, el ocio y las comidas caseras. Sin embargo, dedicaron más tiempo al tabaco y al alcohol.
Desde el punto de vista medioambiental, está claro que la semana de cuatro días ha contribuido a aliviar la presión del tráfico y, cuando se probó, la calidad del aire era mejor los lunes, con menos NO₂ en el aire.
Los niños fueron uno de los mayores beneficiarios de esta medida. En comparación con aquellos cuyos padres no tuvieron la oportunidad de trabajar cuatro días, los hijos de los trabajadores que participaron en el programa piloto no sólo tuvieron más tiempo para estar con sus familias, sino que también disfrutaron de más actividades de ocio y recreo.
Además de que los padres pasan más tiempo en casa, más tiempo libre para los padres también tiene un impacto positivo en el capital educativo general de los niños, ya que reduce el estrés y fomenta interacciones familiares más positivas.
Este estudio pone de relieve las diferencias de roles de género que aún existen en nuestra sociedad, hasta el punto de que los participantes masculinos y femeninos utilizan su tiempo libre extra de forma diferente. Por ejemplo, las mujeres se dedicaban más al cuidado de otras personas, mientras que los hombres hacían más deporte.
Los encuestados declararon dedicar más tiempo a actividades culturales y educativas o a visitar parques, jardines y espacios naturales.
El turismo, la hostelería y los modelos de negocio basados en ofertas de consumo de ocio se han visto beneficiados, mientras que el comercio y el sector sociosanitario pueden haberse visto afectados negativamente.
En este sentido, el sector del comercio registró un descenso de las ventas durante el periodo debido a la elección de un día festivo (lunes) y a un desplazamiento del gasto hacia el sector del ocio. El cierre de comercios fue considerado por el público como un aspecto negativo de esta experiencia.
Los representantes del sector afirman que las ventas cayeron cerca de un 20% en abril, a pesar de que la mayoría de los pequeños comercios estaban abiertos. Creen que hay un claro desplazamiento del gasto de las compras al ocio. Además, marzo suele ser un mes de pocas ventas debido a las Fallas, mientras que las ventas son mayores los lunes, “por lo que haber elegido este día para hacer el experimento ha sido una de las principales causas de las pérdidas económicas que dicen haber tenido”, concluye el informe.
Cuando se les preguntó por los impactos negativos de la medida, el 11,7% de los encuestados afirmó que las tiendas estaban cerradas, que fue la segunda opción más citada.
Por otro lado, el informe señala una sobresaturación en las urgencias médicas ya que los centros de atención primaria durante el periodo en el que se ha desarrollado el piloto habían estado cerrados.
No obstante, ciertos sectores se han beneficiado del experimento, como pueden ser la hostelería y el turismo, los cuales han atendido a un mayor número de clientes. El 57,4% de las personas encuestadas declara haber pasado más tiempo en bares, terrazas y pubs. El personal que trabaja en este sector no ha podido disfrutar de la reducción de la jornada laboral en un día, y los empresarios abonaron las horas correspondientes como días laborables "extra". Sólo el 1,6% afirma poder haber disfrutado de cuatro días laborables.