El boom del alquiler de coches en verano no cesa -ya el pasado verano la demanda fue muy superior a la oferta-. ¿Tiene más riesgo de accidente si conduces un coche de alquiler durante el verano? Un informe de Acierto.com desvelada allá por el año 2016 que sí -hasta un 60% más de accidentes-, pero no precisamente por culpa del coche.
La falta de costumbre de conducir un nuevo vehículo y no saber bien lo recorridos por los que conduces en verano -sin contar los excesos que en estas fechas se cometen y con lo que sigue siendo una locura coger el volante- eran las razones esgrimidas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desvela algunos de los problemas que se encuentran los españoles que deciden alquilar un coche -cada vez más común- cuando tienen un siniestro con el mismo. El contrato no siempre incluye una información básica, con las distintas cláusulas y excepciones. De hecho, a veces son datos que solo se ofrecen en la página web de la compañía. Por eso, antes de firmar nada, OCU recomienda comprobar que el contrato cita expresamente el alcance de la cobertura del seguro, con sus exclusiones y franquicias, además del precio de la fianza, la identificación de los conductores, la duración del contrato, la forma de pago y los detalles sobre la recogida y devolución del coche.
Otro problema frecuente son los cobros posteriores por presuntos daños o defectos no detectados en el momento de la devolución del vehículo. Para prevenir este tipo de cobros inesperados, OCU aconseja revisar con detalle el coche para verificar el estado en el que lo entregan (carrocería, luces, ruedas, tapicería) y hacer constar, por escrito y con fotografías, cualquier anomalía a la compañía antes de abandonar la oficina de alquiler. Además, cuando se devuelva el vehículo, es recomendable acompañar al empleado durante la revisión del estado. Tampoco son raros los cargos por el servicio de repostaje de gasolina, de más de 30 euros, adicionales al propio coste de combustible. O los cargos adicionales por la limpieza. Ambos son costes improcedentes si no estaban incluidos expresamente en las condiciones del contrato.
Será necesario llamar a la empresa de alquiler del coche para informar de lo ocurrido y que nos confirmen las coberturas que nos amparan en esa situación. Aunque lo más habitual es que los seguros de coche de alquiler incluyan como un servicio básico la asistencia en viaje, siempre es recomendable comprobarlo en el contrato o bien preguntarlo a la compañía.
La empresa se hará cargo de los daños provocados al coche, así como los ocasionados a otras personas y sus objetos gracias al seguro básico obligatorio que incluye la cobertura de daños materiales y responsabilidad civil. En cualquier caso, el conductor también deberá asumir una parte de la responsabilidad según el tipo de seguro que haya contratado, excepto si es a todo riesgo. Los seguros de los vehículos de alquiler por defecto solo cubren al tomador de la póliza como conductor. Esto quiere decir que si se produce un accidente y conduce una persona diferente que no haya sido declarada expresamente en la póliza -lo que, obviamente, incrementa el coste de la misma-, el seguro no cubre ni siquiera los daños a terceros,
Hay que tener en cuenta que la compañía de alquiler de coches, sólo se responsabilizará del accidente cuando el conductor haya sido la víctima. En el caso de que sea el culpable por haber cometido una negligencia o cualquier otro tipo de actuación, el máximo responsable será el usuario. En este último supuesto, la empresa no sólo no cubrirá los daños, sino que además reclamará al conductor los gastos de la reparación del vehículo.
También hay que recordar que, si la persona que conduce el coche alquilado no es la culpable del incidente y sufre algún tipo de lesión, puede reclamar los daños que considere oportunos a la otra parte haciendo uso de los procedimientos habituales.
Estar asegurado contra el posible robo del coche es imprescindible en los vehículos de alquiler.
Hay que tener en cuenta que ninguna póliza ofrecida por una empresa de alquiler de vehículos cubre los objetos personales que se hayan podido dejar dentro del vehículo en caso de robo.
Cualquier vía no asfaltada, o asfaltada pero con graves deficiencias que puedan causar daños a los bajos del vehículo, queda fuera de la cobertura del seguro.
Si el conductor es multado, además de hacer frente al coste de la sanción, puede verse obligado a abonar una comisión a la empresa en concepto de gestión, con un importe que suele rondar los 50 euros.
Es habitual que las pólizas no cubran problemas relacionados con los neumáticos, como pinchazos o reventones. De la misma forma, la asistencia en carretera tampoco suele cubrir algunas de las incidencias más habituales, como las relacionadas con la batería, la rotura o pérdida de llaves y la contaminación por combustible. Tendrás que preguntarlo.