Los viajes de negocios fueron uno de los segmentos más castigados por de la paralización total de la movilidad durante la pandemia. Su sustitución durante muchos meses por reuniones virtuales llegó a hacer dudar a gran parte de los profesionales del sector de si esta actividad llegaría a recuperarse tras la crisis. Pero ya no hay dudas: las cifras están cerca de alcanzar los niveles anteriores al covid y el gasto de los turistas internacionales que llegan a España por motivos de negocios ha superado ampliamente las cifras de 2019.
De momento, los viajeros internacionales que llegan a España por negocios o motivos profesionales están gastando ya más que antes de la pandemia. El pasado mes de marzo, el último con datos oficiales, el gasto total rozó los 600 millones de euros, 81 más que en el mismo mes de 2019.
En el primer trimestre del año, el gasto acumulado ha sido un 5% más elevado que el de entonces, alcanzando los 1.331 millones. Y el gasto medio diario por turista de negocios se ha incrementado un 18% hasta los 232 euros.
“En marzo del pasado año se reactivó todo. No paulatinamente, sino de un día para otro. Veníamos de cero por el estallido de ómicron y ese mes tuvimos 23 eventos corporativos. En ellos participaron, además, grupos muy grandes, a pesar de que las tarifas hoteleras se han incrementado mucho”, explica Manuel Araújo, responsable de la empresa Exploramas, dedicada a organizar actividades para empresas y que trabaja en un 80% con compañías internacionales.
Esa recuperación “increíble”, que se ha mantenido hasta la fecha a pesar de las incertidumbres económicas, hizo que esta empresa firmara el pasado año su segundo mejor año de facturación; algo absolutamente impensable para los expertos del sector en los meses posteriores al estallido de la pandemia.
Y todo esto sin que se haya recuperado aun el número de viajeros internacionales que llegaba a España por razones relacionadas con la actividad laboral antes de la crisis. El pasado mes de marzo llegaron 457.000, lo que es aún un 6% menos de los que vinieron en el mismo periodo de hace cuatro años, una brecha que se amplía al 12% si tenemos en cuenta todo el primer trimestre. La diferencia respecto a ese año que fue récord en llegadas internacionales, tiene unos responsables destacados: los viajeros de Gran Bretaña.
La estadística de movimientos turísticos en fronteras, del INE, señala que a pesar de que la gran mayoría de los mercados emisores de viajeros de negocios están ya en cifras por encima de las contabilizadas en marzo de 2019, en el caso de los británicos apenas se ha recuperado un 50%. “Esa tendencia postbrexit encaja perfectamente con lo que estamos viendo. Tras la recuperación de la actividad apenas llegan grupos procedentes exclusivamente de Reino Unido, solo están viajando en este contexto empresarial cuando los eventos corporativos están organizados por empresas que tienen delegaciones en toda Europa”, señala Araújo.
Es precisamente el segmento de los viajes de negocios vinculados a las reuniones, congresos y eventos (el llamado MICE), el que ha mostrado una recuperación más rápida tras la pandemia. Según Spain Convention Bureau, en la mayoría de los destinos que conforman la Red de Ciudades de Congresos, ya se superaron en 2022 la barrera de 150 eventos anuales, lo que acerca la actividad a los niveles previos al covid, que se esperan alcanzar este año.
“Es esta actividad estamos viendo una auténtica explosión. Durante dos años no se había asistido a ningún congreso, no se había tenido una reunión interna de equipos, o de clientes, y desde mitad del pasado año, todas las empresas están organizando y asistiendo a estas reuniones. Sobre todo, porque necesitan estar en contacto con lo que está sucediendo en sus respectivas industrias en un momento en el que se están rediseñando muchos procesos logísticos y productivos”, explica Carlos Martínez, consejero delegado de Consultia Business Travel, empresa especializada en los viajes de negocios.
Y es que, dice, la crisis de suministros vivida tras la pandemia, la situación económica y la inestabilidad geopolítica están intensificando la necesidad de viajar de las compañías. “Nuestros clientes estaban esperando a que se abrieran los mercados para visitar a los clientes, abrir nuevos mercados, estar en contacto con las delegaciones. Todo esto se ha hecho hoy más necesario que nunca. Hay empresas que ven que están cerrando unas fábricas, otras que tienen que cambiar de proveedores para reducir sus dependencias. Se están redefiniendo los flujos de logística y eso obliga a conocer nuevas zonas y nuevos países. Mucho se hace por Teams y por Zoom, pero al final hay que viajar”.
Esos viajes de trabajo del día a día se encuentran actualmente al 87% de los que se realizaban en la etapa precovid, según el último observatorio de GEBTA, la organización que agrupa a las compañías y profesionales la industria de los viajes y reuniones de empresa. En él se destaca que los datos acumulados en el primer trimestre del año son muy positivos y muestran un mercado dinámico sin excepciones.
Con todo, señalan que la recuperación de los viajes está siendo más intensa en las pymes, que se mueven en niveles más cercanos a los de 2019, que en las grandes corporaciones. Por su parte, los viajes locales y nacionales se han recuperado más rápido que la larga distancia, aunque se observa como las diferencias entre todos los segmentos se están acortando.
“Las previsiones para el segundo semestre son buenas. Soy positivo, creo que la recuperación total será más rápida de lo que se prevé, que es en 2024. Estimo que para final de este año, en España se estará ya en niveles prepandemia”, pronostica Martínez.
Este profesional, que prevé llegara a duplicar este año la facturación conseguida en 2019 recuerda que el sector es un gran termómetro de la situación económica. Y es que, el hecho de que haya viajes de negocio significa, explica, que seis meses después va a haber crecimiento. “Si no hay más cisnes negros, más acontecimientos negativos inesperados, se ve una recuperación muy sólida y consistente, independientemente de todo el ruido que haya sobre la inflación y la economía. Al final, sí o sí, las empresas necesitan viajar para hacer negocios”.