En el mapa de la vivienda turística en España hay tres áreas pintadas de negro. Es el color que indica, en la estadística experimental que elabora el INE desde hace tres años, las zonas con mayor número de estos inmuebles y las que presentan un porcentaje más elevado de viviendas destinadas a este fin.
Son las provincias de Las Palmas, Islas Baleares y Málaga. Solo ellas ya acumulan más de una cuarta parte del total de viviendas de uso turístico en España, según los últimos datos publicados este martes.
Las cifras, correspondientes al pasado mes de febrero, indican que en el territorio nacional hay 305.136 viviendas turísticas. Representan un 1,2% sobre el total de más de 25,2 millones de inmuebles residenciales existentes en el censo de 2011; y muestra un incremento de más de 19.000 respecto al mismo mes de 2022. En comparación con la última muestra, de agosto del pasado año, se ha reducido en 6.000 viviendas.
En números absolutos, las comunidades autónomas que cuentan con un parque más abultado de estos inmuebles son Andalucía, con casi 70.200; la Comunidad Valenciana, que roza los 50.000; y Cataluña, que acumula 45.700.
Por lo que respecta al número de plazas, el pasado mes de febrero se contabilizaban un total de 1.545.368.
El número de viviendas turísticas ha aumentado de forma muy importante en los últimos años, impulsado por el desarrollo de las plataformas online. Tras el parón provocado por la pandemia, vuelven a multiplicarse y según datos de la Federación Española de Viviendas y Apartamentos Turísticos, (FEVITUR), hasta un tercio de los turistas españoles ya se alojó el pasado año en uno de estos inmuebles.
El grupo de las cinco provincias con mayor presencia de viviendas destinadas al turismo lo conforman Málaga, con más de 35.000; Alicante, con 33.000; Baleares, algo más de 25.400; Las Palmas, con 23.000 y Santa Cruz de Tenerife, con cerca de 19.500.
Sin embargo, la distribución es diferente si atendemos al peso que esos inmuebles suponen sobre el total de las viviendas construidas. En este caso, Las Palmas y Baleares son las que tienen un porcentaje más alto, del 4,3%. Le sigue Málaga, que roza el 4%. Tras ellas, Santa Cruz de Tenerife y Girona, donde las viviendas turísticas son el 3,8% de las contabilizadas en la provincia. En todos estos casos, el porcentaje es más del triple del 1,2% que marca la media nacional.
En Alicante, la presión de estos inmuebles sobre el total es menor (2,6%), pero es la segunda provincia donde se contabilizan un mayor número de plazas en viviendas turísticas (más de 175.000), solo superada por Málaga.
La Oliva, en Fuerteventura (Las Palmas), es la ciudad que presenta un mayor porcentaje de viviendas turísticas en su territorio. Allí, tres de cada diez casas (31%) se destinan a este uso, según los datos del INE.
Del total de 8.115 municipios de España, en cerca de 40 ciudades las viviendas turísticas suponen más del 10% de las censadas (prescindiendo de localidades con menos de 1.000 habitantes).
Solo diez de las 52 capitales de provincia cuentan con un porcentaje de viviendas turísticas que está por encima de esa media nacional del 1,2%. De nuevo, Málaga es la ciudad que encabeza la lista, con un 2,45% de los inmuebles censados utilizados para esta actividad. Otras dos localidades andaluzas, Cádiz (2,43%) y Granada (1,75%) completan el podio.
En Barcelona, una de las grandes ciudades que antes puso en marcha medidas para limitar la expansión de los inmuebles turísticos en el centro por su impacto en la oferta de vivienda y en los precios, el porcentaje se sitúa actualmente en el 0,93%. En Madrid, se queda en el 0,88%; en Palma, en el 0,7%. Además, los datos de Estadística, muestran que, en cerca de la mitad de las capitales de provincia, las viviendas turísticas no llegan ni al 0,5% de las existentes.