El Banco Central Europeo y su lucha contra una inflación desenfrenada y constante continua. Desde que el año pasado decidiera incrementar por primera vez el precio del dinero en 11 años, el organismo regulador europeo no ha dejado de hacerlo. Y eso tiene un impacto en nuestro bolsillo, ya sea en hipotecas con la subida del euríbor o en los depósitos de los ahorradores.
El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con lo previsto por el mercado y ha subido los tipos en 25 puntos básicos. De esta manera, el organismo los ha situado en su nivel más alto en 15 años. Esta subida es la séptima consecutiva que realiza el BCE. Además, el actual ciclo de alzas es el más intenso de su historia, ya que ha aumentado el precio del dinero en 375 puntos básicos en 10 meses.
El objetivo del organismo continúa siendo que la inflación se rebaje hasta el 2% en el medio plazo. El dato de abril muestra que está en el 7%. Sin embargo, el consejo de gobierno del BCE sigue preocupado por la persistencia de la inflación subyacente, que a pesar de reducirse hasta el 5,6% en el último mes, todavía está en niveles altos.
En concreto —y contando la de este jueves— el BCE ha subido los tipos ya siete veces. “Es muy probable que Christine Lagarde vuelva a subir los tipos en junio o julio — incluso podría hacerlo en ambas reuniones— hasta estar convencida de haber frenado por fin la inflación en la zona euro”, expone Olivia Feldman, co-fundadora del comparador financiero HelpMyCash.com
Todo apunta a que la temperatura de la economía europea y estadounidense está a punto de alcanzar sus niveles más altos y que pronto podría empezar a enfriarse. La Reserva Federal Estadounidense elevó este miércoles los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta colocarlos al 5,25%, y calmar así el intenso proceso de endurecimiento de su política monetaria iniciado el año pasado.
“El BCE, sin embargo, aún está lejos de alcanzar el 5% en los tipos de interés. Por eso es que cabe la posibilidad de que en las reuniones de junio y julio la institución continúe con las subidas”, explica Feldman. “Pronosticar hasta cuánto pueden llegar a incrementar los tipos, a qué velocidad lo harán y hasta dónde irán a parar es cada vez más complicado”, reconoce la experta financiera. Si bien, el año pasado el BCE tenía claro que para detener la inflación debía tener una política alcista. Ahora, según la analista de HelpMyCash, la institución debe ir con cuidado para evitar causar grandes estragos a la economía.
El incremento de los tipos de interés tiene varias lecturas y no todas son negativas. Los depósitos, por ejemplo, son el lado más amable de la moneda.
Las subidas de tipos están provocando un incremento notable en la rentabilidad de los plazos fijos. En enero del año pasado, el interés medio de los depósitos era del 0,04%, según el Banco de España, mientras que el pasado mes de febrero alcanzaron una rentabilidad media del 0,86%. Y hay visos de que siga aumentando.
Los mejores plazos fijos ya han superado la barrera del 4%, algo impensable hace un año. Eso sí, las opciones más rentables están en manos de la banca extranjera que comercializa sus productos de ahorro en España por Internet, explican en HelpMyCash.
“La banca española se sitúa por detrás de los depósitos europeos, aunque las opciones más rentables están entre el 2% o el 3% o incluso lo superan”, indican los expertos. La última entidad nacional en anunciar una subida ha sido WiZink, que este jueves lanzará dos nuevos depósitos: uno a tres meses al 3% TAE y otro a 12 meses al 3,30% TAE.
A la incertidumbre sobre si seguirán aumentando las rentabilidades de los depósitos, los expertos del comparador se mojan. “Si la tendencia se mantiene es factible que este año y más pronto de lo que pensamos podamos ver depósitos a 12 meses que ofrezcan rentabilidades al 4%. Eso sí, seguramente será en el mercado europeo, la gran banca nacional sigue con su política conservadora”.
Y es que a diferencia de lo que está ocurriendo con las hipotecas variables, cuyo encarecimiento está afectando a todos los hipotecados que tienen uno de esos productos, no todos los bancos están trasladando las subidas de tipos a los ahorradores. La banca online y las entidades de mediano tamaño están siendo las encargadas de animar el mercado del ahorro conservador. “Openbank, Banca March, Self Bank, Targobank, Pibank, EBN, Banco Caminos, Cajamar o Caixa Guissona o el ya mencionado WiZink son algunos de los bancos españoles que están liderando las subidas de tipos”, explican en el comparador.
El rumbo que ha tomado la política macroeconómica europea también tiene una cara más amarga: el coste de las hipotecas variables se ha disparado. El euríbor cerró abril al 3,757% y ya ha empezado mayo superando la barrera del 3,8%.
Este índice refleja el precio al que se prestan el dinero los bancos entre ellos. Si los tipos suben, el euríbor sube, porque los bancos se cobran más por sus créditos. Y este índice se usa para calcular el interés de la mayoría de las hipotecas variables en España.
Los hipotecados con revisión en mayo a los que se les aplique el euríbor del mes anterior van a notar una subida considerable. Según cálculos de HelpMyCash, para una hipoteca de 150.000 euros con un plazo de 25 años y un interés de euríbor más 1%, las cuotas van a subir 290 euros al mes si la revisión es anual y 94 si es semestral.
Los analistas prevén que “el euríbor cotice moderadamente al alza durante el segundo trimestre de 2023”. Si el BCE sigue subiendo sus tipos y acaban en el 4%, este índice “se situaría entre el 4% y el 4,5% a finales del segundo trimestre”, alertan. “Hay un riesgo de que el euríbor supere el 4%”. No obstante, si el alza de tipos se modera, el euríbor podría situarse entre el 3,5 y el 4%. Los expertos del comparador consideran probable que el índice se mantenga al mismo nivel que el tipo de interés oficial y hasta 0,5 puntos porcentuales por encima.
Las subidas de tipos no afectan solo a los hipotecados, sino también a los que se quieren hipotecar, que se están encontrando unas hipotecas notablemente más caras. Según la última encuesta de préstamos bancarios del BCE, “la disminución neta en la demanda de préstamos para vivienda se mantuvo fuerte” en el primer trimestre del año a consecuencia de los tipos de interés más altos, entre otras razones