Una cláusula automática elevará más las cotizaciones si el gasto en pensiones se desvía a partir de 2026

"La única forma de solucionar el problema de las pensiones es que a la gente le guste tanto su trabajo que nunca quiera jubilarse". La ironía en este comentario de un experto ilustra el reto que supone la jubilación de las generaciones del baby boom en los próximos 25 años. El Gobierno parece haber encontrado la cuadratura del círculo sin que tengamos que trabajar hasta nuestro último día, siguiendo con la broma. Pero si se ha equivocado con los números --algo que opinan unos cuantos analistas-- se activará automáticamente un mecanismo que podría elevar todavía más las cotizaciones sociales que pagan empresas y trabajadores.

"Es posible que esta cláusula no se active en mucho tiempo o nunca", explicaba el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá en el Congreso este jueves. "Las calibraciones que hemos hecho ante hipotéticas desviaciones, que sin ser probables, pueden ser factibles y son muy moderadas". Es decir, si resulta que se espera un mayor déficit en las cuentas de la Seguridad Social, la desviación se corregiría mediante un aumento de la derrama del sistema para empresas y trabajadores --el llamado MEI se prolonga hasta 2050 --.

"Es como un robot que, si no le dices que tiene que hacer, irá a aumentar las cuotas a la Seguridad Social", explica José Antonio Herce, experto en pensiones y socio fundador de la consultora LoRIS.

La reforma, que se aprobará este jueves en un Consejo de Ministros extraordinario, no ha contado con el apoyo de la patronal. Los ajustes para cuadrar las cuentas de la Seguridad Socia recaen, fundamentalmente, en las empresas. Se encarecen los costes laborales y eso podría poner en riesgo la creación de empleo, decía la CEOE. Algunos modelos económicos apuntan en esta dirección: aumentar la recaudación incrementando las cotizaciones sociales puede lastrar el crecimiento del PIB.

El Gobierno insiste en que las subidas son asumibles. "Lo que hemos aprobado no pone en peligro el tejido productivo y la competitividad. No va a tener ningún coste en términos de creación de empleo, sino todo lo contrario", defendía Escrivá. "Quiero recordar a los empresarios que las cuotas al sistema de la Seguridad Social se han reducido cuatro puntos porcentuales desde el año 1982 hasta ahora", recordaba el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, después de dar su apoyo a la reforma.

¿Cuándo se activará el mecanismo automático?

En marzo de 2025 la autoridad fiscal independiente AIReF emitirá un informe en el que se preguntará: ¿Cómo marcha el sistema de aquí a 2050? Las respuestas que dejarán el mecanismo inactivo tendrían que ser:

  1. El gasto medio en pensiones desde el momento del análisis hasta 2050 será del 15% del PIB. Es un porcentaje promedio para el periodo que se analice, con lo cual habrá años de más o menor gasto, pero la media tendría que ser 15% del PIB. Ahora estamos en el 13% del PIB de gasto en pensiones y no han llegado los del baby boom.
  2. Los ingresos medios derivados de las reformas del Gobierno, de nuevo de media, supondrán un 1,7% del PIB adicional cada año.

Si no se cumplen estas condiciones y se genera un déficit no previsto se tendrá que estudiar cómo corregirlo. Y si no hay acuerdo para hacerlo, a partir del 1 de enero de 2026 se activará automáticamente una nueva subida de las cotizaciones sociales para cubrir "dos décimas partes" del agujero detectado, según el borrador del decreto. Y así se quedará hasta que se adopten las medidas o el desfase quede corregido.

"La explicación es un poco confusa. No va a ser fácil calcularlo y me choca mucho que se hable de gasto o ingresos medios", opina Enrique Devesa, profesor de la Universitat de València e investigador del IVIE.

¿Es este mecanismo una especie de garantía para la sostenibilidad del sistema? "No porque no existe un mecanismo de control del gasto. No nos damos cuenta del pozo sin fondo en el que estamos con las pensiones. Y el que más cava en ese fondo es el ministro Escrivá", responde Herce.

La batalla de los números

Tecnicismos aparte, la clave de todo está en los números. ¿Es este plan suficiente? Se le ha metido más presión al sistema con la actualización de las pensiones conforme al IPC. Una reforma que sí apoyó la CEOE. ¿Cuáles eran las alternativas?

  1. Aumentar ingresos.
  2. Contener gastos.
  3. Ambas opciones.

El Gobierno ha optado por lo primero, pero aun estando en desacuerdo con el camino, muchos expertos creen que no será suficiente. "El despliegue total de las medidas de ingresos tiene un plazo muy largo. Eso quiere decir que no funcionarán a plena capacidad hasta dentro de unos cuantos años", explica Devesa. "Y cuando estén todas operativas, lo que generarán serán ingresos que representarán un 0,7% - 0,8% del PIB al año. Por eso dudo de que se pueda lograr una media de mejora de ingresos del 1,7% del PIB durante todo el periodo. Y eso obligará a que se active el mecanismo automático con mayores cotizaciones sociales".

Otros economistas consideran que habría que incidir también en controlar el gasto. "Aunque eso implique bajar algo las pensiones. Hay que asegurar la sostenibilidad del sistema. Y si luego hay que complementar las pensiones mínimas, que se haga vía presupuestos del Estado", argumenta Herce.

Es difícil encontrar a expertos que confíen en el análisis y los efectos de la reforma del Gobierno. Escrivá hablaba de "discusiones viejunas instaladas en métricas de hace años". No entendía que, lo que a él le ha costado meses de calcular y cuadrar con un equipo multidisciplinar, algunos lo hayan analizado "con cálculos oportunistas con el ordenador de su casa".

La batalla de las cifras está servida. Y dentro de muy poco sabremos algo de quién va ganando. La AIReF presentará en breve su opinión sobre el gasto en pensiones a medio y largo plazo incluyendo las medidas de la nueva reforma.