A la misma hora que el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, presentaba la reforma del sistema de pensiones junto a los sindicatos, el responsable económico del PP explicaba por qué su partido rechaza frontalmente la propuesta del Gobierno.
Para los populares la reforma del sistema no puede pasar únicamente por gravar el trabajo. "Sólo han planteado más impuestos al trabajo como si fuera una vaca sin límite. Si la única solución es más impuestos al trabajo la respuesta es no", subrayaba su vicesecretario económico Juan Bravo. Sin embargo en Génova se resisten a concretar si ese 'no' se trasladará luego a la votación en el Congreso cuando toque convalidar el decreto en un mes.
"No compartimos la reforma pero otra cosa es que el Gobierno esté dispuesto a cambiar algunas cosas", explican aunque eso no parece que vaya a pasar. "No estamos de acuerdo con la subida de las cotizaciones", decía Bravo porque asegura que eso castiga la creación de empleo y lo pagará todo el mundo. "Todos los problemas no se solucionan con más impuestos y más cotizaciones", insistía machacando sobre la misma idea.
Entonces ¿cuál es la propuesta del Partido Popular? Crear 1,7 millones de empleos que según ellos supondrían 16.000 millones en cotizaciones sociales, reducir el gasto público superfluo y la deuda y fomentar la natalidad.
Más allá de eso Bravo no ha querido concretar si ellos rebajarían las bases de cotización, si eliminarían el Mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), si subirían los años necesarios para percibir una pensión o qué pasa con las pensiones más bajas. Argumentan que Escrivá no les ha facilitado ningún número cuando el lunes pasado se reunieron con el secretario de Estado. Esa es una de las quejas. Que "no se puede presentar una reforma de números sin números".
En Génova insisten en su receta. Esto es, más empleo. "Si con la creación de empleo cuadramos las cuentas no hay que hacer nada más", aseguran desde la dirección nacional del PP.
Los populares ven factible alcanzar esa cifra de empleo porque según sus cifras en España hay un millón de puestos de trabajo que ahora no se cubren.