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El sector turístico está consolidando en este comienzo de año la vuelta a normalidad tras la pandemia. Si en 2022 se recuperaron ya gran parte de los viajes, en los últimos meses se ha producido una significativa mejora de las reservas anticipadas, lo que refleja una mayor confianza de los viajeros.
“En los años de pandemia se impusieron las reservas de última hora y ahora se está anticipando mucho el tiempo con el que se realizan. Esto es importante tanto para el viajero como para las empresas organizadoras”, señala Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).
Esa anticipación en las reservas está provocando que estas estén ya un 23% por encima de las registradas el pasado año por estas fechas, según los datos de la plataforma online Destinia que, además, destaca como se están adelantando mucho las de estancias largas y los viajes de varias noches, tanto para para Semana Santa como para el próximo verano.
La mejora de las reservas anticipadas se ha constado también desde el Observatorio de Tendencias de Viaje de InterMundial (OTVI), que abarca una cuota del 55% del mercado de la distribución turística en España. Sus cifras señalan que la antelación ha mejorado este año en 21 días y se acerca ya a los 100 con los que, de media, llegaron a registrarse cuatro años atrás.
“La tendencia es que la percepción de incertidumbre se reduce, el viajero se siente más cómodo y vuelve a planificar sus viajes con varios meses de antelación. Esto es un elemento tremendamente positivo que incide en las previsiones optimistas que maneja el sector turístico en su conjunto”, valoran en InterMundial, que destacan como esta mayor anticipación se observa sobre todo en los viajes de larga distancia, pero también en los realizados por Europa y el Mediterráneo. En los nacionales, sin embargo, aún no se ha alcanzado los niveles de antelación previos a la pandemia.
El aumento de las reservas anticipadas se ha producido en un año en los que la actividad del sector está apuntando a un adelanto de la temporada turística, una tendencia que se ha venido produciendo en los últimos ejercicios, pero que este se está reflejando con más intensidad.
“La estacionalidad era más pronunciada hace unos años y ahora se va poco a poco diluyendo. La temporada se va alargando, tanto por el retraso del final en otoño como por la anticipación en el arranque en primavera. Constatamos que el ritmo de reservas está siendo muy bueno, superior al de 2019 desde el pasado mes de diciembre”, detalla el responsable de CEAV, que destaca como las agencias de viajes, el segmento más castigado por la pandemia, han recuperado también en los últimos tres meses los niveles de ventas previos a la crisis.
Esa evolución positiva de la actividad del sector no se refiere solo, explica, al turismo doméstico, como ocurrió tras el estallido de la crisis del covid, sino que se está produciendo también en los viajes internacionales.
“La situación económica, con el aumento de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, en cualquier otra crisis ha sido determinante y ha producido un parón en el ritmo de la actividad, pero lo cierto es que hasta el momento no ha afectado al ritmo de reservas; ni en el turismo doméstico ni en la llegada de turistas internacionales, en la que la contratación está también en cifras muy positivas”, explica Garrido, que señala como los mercados que más reservas están adelantando son el británico y el alemán.
Muestra de la buena marcha de la recuperación del turismo exterior al comienzo de 2023 es la práctica recuperación en el mes de enero del nivel de pasajeros internacionales previo a la pandemia, solo un 2% por debajo de las llegadas registradas en el mismo mes de hace tres años. Unas cifras que, según el Gobierno, “muestran un excelente inicio de año y consolidan una tendencia de reactivación del turismo internacional que va a permitir la plena recuperación del sector turístico”.
Los principales destinos turísticos de playa han constatado ya ese buen inicio de 2023 en el sector. Los turoperadores y hoteleros confirman que Canarias está viviendo una excepcional temporada alta, Baleares está a punto de iniciarla y la Costa del Sol ha registrado en los primeros meses de 2023 una ocupación solo 2,5 puntos por debajo de la de 2019. Aquí, el 20% correspondería a visitantes nacionales frente a un 80% de internaciones, según el balance de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS). Además, la asociación ha destacado el incremento del ritmo de reservas y demanda a partir del segundo trimestre.
Por su parte, en la Comunidad Valenciana, se prevé que la ocupación hotelera durante la segunda quincena de febrero esté por encima del 65%, con picos durante los fines de semana y perspectivas de crecimientos mayores según se consoliden las reservas de última hora del mercado nacional.
“El deseo de viajar se ha consolidado entre las prioridades de gasto de los consumidores, y ni la pandemia ni la inflación parece que están alterando este comportamiento”, explica Nuria Montes, secretaria general de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC).
Así, destaca la reactivación del turismo internacional, con una diversificación de mercados de origen (belgas holandeses, nórdicos…) que va más allá de los tradicionales clientes británicos; la fortaleza del destino de Benidorm, que durante los fines de semana de los últimos meses ha llegado a colgar el cartel de completo en muchos de los establecimientos que permanecen abiertos; y las buenas perspectivas para los próximos meses.
“Las reservas para las Fallas van muy bien, con una media de ocupación que ya supera el 80% y llega al 90% durante ese fin de semana. Para la Semana Santa, la gente espera a conocer las previsiones meteorológicas, pero si se anuncia tiempo seco y soleado, este año estaremos ante unas cifras históricas”.