Ni las ganas incontenibles de viajar ni la retirada de todas las restricciones impuestas por el covid lograron que España consiguiera el pasado año recuperar la cifra de turistas internacionales previa a la pandemia. Nuestro país recibió 71,6 millones de visitantes extranjeros, que gastaron más de 87.000 millones de euros, ambas cifras por debajo de las que se registraron tres años antes.
Aun así, no se puede negar que 2022 fuera un buen año turístico. El turismo exterior, el que convierte a España en una potencia mundial del sector, registró un crecimiento del número de visitantes de 130% respecto a 2021. Todo un éxito teniendo en cuenta la coyuntura internacional, pero que no logró completar el objetivo de recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria.
Más cerca de ese objetivo se quedaron las cifras de gasto turístico de extranjeros, que fueron solo un 5% inferiores, lo que se debe, dicen los expertos, a lo que se llegó a llamar el "turismo de venganza" tras los años de limitaciones: los que se animaron a viajar, miraron menos el bolsillo de lo que lo hacían antes.
Eso y el impulso del turismo doméstico permitió al sector alcanzar y superar las cifras totales de actividad de 2019, a pesar de que la incompleta recuperación del internacional dificulta que el principal motor económico del país funcione a todo ritmo. Varios motivos explican que el horizonte de las cifras prepandemia queden todavía lejos y muchos aún tienen que ver con la crisis del covid.
La causa fundamental de que las cifras quedaran por debajo a pesar del boom de los meses de verano, fue el estallido de la variante ómicron a finales de 2021. Justo cuando la recuperación del turismo internacional empezaba a coger velocidad, la ola de contagios castigó fuertemente los resultados del primer trimestre del pasado año.
Así, entre enero y marzo de 2022 las llegadas de turistas internacionales fueron un 32% inferiores a las de tres años antes: a pesar de que la brecha con los datos de 2019 fue cerrándose durante el año, la gran caída de la primera parte ya era imposible de remontar.
Aunque los viajes vacacionales crecieron mucho el pasado año, la recuperación de otros segmentos ha sido más lenta. Es el caso de los viajes por negocios o motivos profesionales, que fueron un 19% inferiores a los contabilizados en 2019, según los datos de la encuesta de Movimientos en Fronteras del INE. La caída es superior a la de los viajes por ocio, mientras que los que se realizan por otros motivos (familiares, de estudios…) sí están ya en los niveles previos a la pandemia.
Otro de los aspectos que explica que no se pudieran recuperar las cifras anteriores a la pandemia es… la propia pandemia. A pesar de que en Europa y en América las principales restricciones a los viajes fueron eliminadas a lo largo del primer semestre de 2022, hay mercados, principalmente los asiáticos, que han permanecido cerrados.
Es el caso de China, que ha mantenido la política de cero covid hasta el pasado diciembre, lo que ha provocado que las llegadas de ciudadanos a España fueran prácticamente testimoniales durante todo el año. En total se registraron algo más de 56.000 turistas frente a las 700.000 de 2019.
El recorte es similar si miramos a Japón o Corea. Entre los tres países, apenas aportaron el pasado año 360.000 viajeros, cuando antes del covid superaron los dos millones.
Otros mercados en los que también se muestran aun importantes caídas respecto a las cifras prepandemia son Brasil y Argentina, con un 38% y 31% menos de turistas que hace tres años. Por el contrario, los procedentes de Venezuela y México están por encima de los de entonces.
La inestabilidad geopolítica con el estallido de la guerra en Ucrania, la incertidumbre económica, la elevada inflación y su efecto en el poder adquisitivo de las familias afectaron también, de algún modo, a la evolución del turismo internacional. Por eso todos los expertos señalan que los datos del pasado año, con un descenso del 16% en la llegada de británicos, del 12% en la de los alemanes y un 9% en el caso de los franceses, fueron un éxito a pesar de que no se recuperaran las cifras de antes de la crisis.
Y por encima de todo, no hay que olvidar que para el turismo, comparar la situación tras la pandemia con la de 2019 es hacerlo con el mejor año de la historia del sector. Durante ese ejercicio se batieron todos los récords de gastos y llegadas de visitantes, así que igualarlo (más aun, superarlo) es un gran reto.
La recuperación del sector turístico exterior durante el pasado año ha puesto las bases, según el Gobierno, para que este año España bata en 2023 récords de llegadas de turistas y gasto. Un pronóstico que pocos expertos en el sector se atreven actualmente a compartir de forma contundente.
“Nosotros creemos que va a ser muy buen año, magnífico, aunque no lleguemos a las cifras de 2019. No pensamos que vayamos a batir récords y estimamos que sí podemos alcanzar una recuperación plena en 2024”, señala Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo, una asociación que agrupa a numerosas empresas y profesionales del sector.
Las previsiones son buenas, dice, destacando la situación “sensacional” de Canarias en plena temporada alta y las reservas anticipadas para los próximos meses. "Se está recuperando la normalidad, y se sigue viendo que la gente mantiene las ganas de viajar. Pero no nos podemos engañar. Hemos pasado, de forma casi global, de una crisis sanitaria a una crisis económica, con una inflación disparada, que hace que se contenga un poco la demanda.
En lo que todos los expertos consultados están de acuerdo en en las buenas perspectivas que maneja actualmente el sector. La tendencia positiva se está dando, sobre todo, en algunos mercados como el británico, el principal cliente del turismo español, que se estaría comportando mucho mejor en la anticipación de las reservas que el alemán. “Este último, se ve más afectado por la guerra y se muestra más prudente. Los británicos, aunque han acabado 2022 con mayor nivel de inflación, priman su deseo de viajar y España es su primer destino en consideración para hacerlo”, reflexiona Abella.
Desde la plataforma online Destinia aseguran que sus datos sí apuntarían a que este año se podría superar las cifras de 2019, puesto que las reservas son ya un 29% más elevadas que las que había en estas mismas fechas hace cuatro años, con ingleses y alemanes liderando los crecimientos. “Aún es pronto, pero las cifras para este año han comenzado muy bien”, aseguran.
Este optimismo moderado es compartido por las líneas aéreas, que señalan como a estas alturas “la cosa pinta bien” a pesar de las dificultades que se mantienen sobre la mesa. De momento, se ha recuperado la práctica totalidad de las interconexiones y la programación de asientos para esta temporada de invierno (la que va hasta finales de marzo) ya ha superado en un 4,4% la ofrecida en el mismo periodo de 2019.
“Prevemos que la recuperación del pasado año se consolide en 2023. Tal vez se podrían llegar a superar las cifras previas a la pandemia, pero no lo sabemos”, señalan desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Esa combinación de esperanza y prudencia se atisba también en el sector de los cruceros, que el pasado año consiguió registrar más escalas que antes de la pandemia, pero con un movimiento de pasajeros un 25% inferior, según cálculos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).
"Nuestra estimación es que este va a ser el año en que se van a recuperar las cifras del 2019 a nivel global. Pero sigue habiendo dificultades. Por ejemplo, el mercado chino, el segundo más importante para el sector antes de la pandemia, ni está ni se espera que se recupere a corto plazo. Es difícil saber aun cómo toda esta situación acabará afectando aquí, pero nos daríamos por satisfechos con recuperar los niveles de previos a la crisis”, dice su director en España, Alfredo Serrano.
Y mientras Exceltur, la patronal de las grandes empresas turísticas, defiende que este año la actividad "irá de menos a más", la confederación que reúne a los hoteles y alojamientos turísticos en España (CEHAT) se aferra a la cautela y recuerda que, aunque las perspectivas son razonablemente buenas, hay acontecimientos que pueden hacer cambiar el mercado. Pese a todo, su secretario general, Ramón Estalella, se queda con las buenas sensaciones: "El sector turístico español sigue teniendo confianza en este 2023".