El dinero ha puesto el ojo sobre el terreno agrario. Un recurso, la tierra, que es imprescindible para la vida, pero que se está degradando. El 95% de la alimentación depende directa o indirectamente del suelo.
La escasez y la necesidad alimentaria facilitan la especulación, que puede expulsar del sector a productores y empresas. En los últimos 20 años, los fondos de inversión en España con presencia en el sector agrario se han multiplicado por 40.
También hay países, como Estados Unidos, China o Reino Unido, que están comprando tierra de otros países, lo hacen para garantizar la alimentación de su población en el futuro. Así lo explica el presidente de la Comisión de Agricultura del Colegio de Economistas de Cataluña, Francesc Reguant.
Según la FAO entre el 25 y el 75 por ciento del suelo ya está degradado y si no se hace nada de aquí al 2050 la cifra puede ascender al 95%. Reguant pone el foco en la necesidad de cuidar el recurso tierra, de la mano de la tecnología y de una manera de cultivar que no dañe el suelo, que lo regenere.
También pone el foco en que es el Estado quien debe garantizar en "calidad y cantidad" este recurso. En este sentido, el responsable de Economía Agraria de COAG y coautor del estudio 'La Uberización del Campo', Álvaro Areta, insiste en la necesidad de que se regule la entrada de estos fondos, para que la alimentación no esté sujeta a la especulación, ni en manos de estos fondos, que, al marcharse, pueden terminar con sectores completos de producción.
Por su parte, Sergio López, un ingeniero técnico que ha decidido encargarse de las tierras de su padre y de su tío, explica la importancia de cuidar su terreno y como la agricultura agroecológica y la tecnología le permiten hacerlo y ser además rentable.