La forma más habitual en que se paga a los trabajadores como retribución a cambio de su labor en la empresa es el salario en forma de dinero: cada mes (aunque pueden existir distintas periodicidades, como quincenal o diaria) recibimos en nuestra cuenta bancaria el salario acordado con la empresa, una vez restados los impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social que correspondan en cada caso. Sin embargo, no se trata de la única forma de retribuir a los empleados: el salario es especie existe y puede adoptar formas muy distintas. Además, del lado del trabajador, algunas formas de pago en especie nos gustan más que otras. Toma nota de cómo cobrar una parte de la nómina en especie.
Aunque lo mas habitual es recibir un salario fijo cada mes, existen otras formas de pagar a los trabajadores. En concreto, el salario fijo es el dinero acordado para todos los periodos (generalmente mensual), sin estar sujeto a rendimiento ni logros, sino al tiempo dedicado para un mismo puesto. Tal y como explica Fundación Adecco, también existe el salario mixto, que es "similar al salario fijo, pero combina la cantidad fija acordada por tiempo de trabajo, con las variables relacionadas a la cantidad de trabajo realizada (rendimiento)".
Además, nos encontramos con el salario en especie, que se refiere a los pagos que no son en dinero. Es el caso de los tickets restaurante, transporte, formación e incluso alojamiento en algunos casos.
De hecho, muchas empresas ofrecen planes de retribución a sus empleados, de forma que éstos puedan ahorrar en su declaración de la renta. Tal y como explica Bankinter, las retribuciones en especie son un tipo de pago que, en lugar de hacerse de forma dineraria, se realiza a través del uso, consumo u obtención de bienes o servicios de forma gratuita o precio reducido. En esta categoría entran también ofertas para empleados o la concesión de préstamos con un tipo de interés menor.
Eso sí, existen ciertos límites legales que la empresa debe respetar: las retribuciones en especie no pueden superar el 30 por ciento de las retribuciones salariales. La buena noticia es que el uso de este tipo de salario supone beneficios fiscales, y, aunque formalmente se trata de rendimientos del trabajo, algunos de ellos están exentos de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siempre con el límite del 30 por ciento señalado.
Estos son algunos ejemplos de retribución en especie:
Por último, según el último informe 'Infoempleo' de Adecco, los tipos de retribución en especie más valorados son, por este orden, seguro médico, dietas y desplazamientos (kilometraje, manutención, etc.), formación externa, planes de pensiones, ticket restaurante, coche de empresa, cesta de Navidad, ticket para transporte público, acciones o participaciones en la empresa, y ticket guardería o guardería de empresa.