No parece que vaya a ser transitorio el interés de los ciudadanos por comprar deuda pública y que ha llegado a colapsar la web del Tesoro. La lentitud con la que el sector financiero español está trasladando la subida de tipos al ahorro ha generado una enorme brecha. Y ese diferencial es dinero para el ahorrador. Los bancos ofrecían, de media, un 0,64% de remuneración al cierre de 2022 por los depósitos. En el mismo plazo, las letras del Tesoro español han llegado a pagar cinco veces más: un 3%.
Parece que las subidas de intereses son para el crédito, no para el ahorro. El Banco Central Europeo (BCE) volvió a encarecer el precio oficial del dinero hasta el 3% este jueves y anunció una subida adicional para el mes de marzo. Las condiciones monetarias han cambiado drásticamente por culpa de la inflación, que se ha disparado a zona de máximos históricos en la zona euro.
Todo el sistema bancario europeo ha trasladado a su negocio estas subidas de tipos que hemos visto concentradas en los últimos meses. Pero hay varias velocidades. Las entidades españolas han sido rápidas en repercutir el aumento del coste al nuevo crédito --y al que tocaba revisar--. En ese caso estamos en línea con la media europea. Pero en el traslado de los tipos más altos a los depósitos, nos situamos a la cola. Aquí el sistema financiero español ha sido mucho más lento que el resto.
Solo en cuatro países de la zona euro los bancos pagan menos por los depósitos que en nuestro país: Portugal, Grecia, Chipre y Eslovenia. España es el quinto por el final y en la comparativa con las grandes economías, queda considerablemente rezagado. En Francia y en Italia los intereses al ahorro superaban ya el 2% al cierre de 2022, más de tres veces que en España, según las cifras del BCE.
La crisis financiera redujo los actores del sector a una decena en nuestro país. Cuatro grupos dominan el mercado: Caixabank, Santander, BBVA y Sabadell. En el sector niegan que los bajos tipos al ahorro sean un reflejo de la falta de competencia. Sin embargo, se alude precisamente a este concepto a la hora de explicar estos bajísimos intereses a los depósitos. "Por supuesto que en algún momento vamos a remunerar el ahorro y como estamos en un mercado competitivo, despenderá de lo que haga la competencia", defendía la presidenta del banco Santander este jueves. Ana Botín argumentaba también que los clientes no pagaron durante la larga época de tipos negativos que vivió la banca.
En el BBVA parece que lo de pagar ni se lo plantean porque, dicen, hay mucha liquidez en el sistema. Vamos, mucho dinero. Salvo alguna excepción con algún cliente, remunerar los depósitos "no está encima de la mesa”, aseguraba el consejero delegado de la entidad, Onur Genç este miércoles.
A diferencia de lo ocurrido con el ahorro, la subida de tipos del BCE sí se ha trasladado mucho más rápidamente a las nuevas operaciones hipotecarias. España terminó 2022 con intereses muy parecidos a los de la media de la zona euro: cerca del 3%. Botín sostenía que nuestro país tenía "las hipotecas más baratas de Europa" y comparaba con Alemania, donde efectivamente han subido más.
Sin embargo, en cinco países del euro (Francia, Malta, Irlanda, Austria y Finlandia) los bancos aplican intereses a los préstamos para adquirir una vivienda más bajos que en España. Hablamos siempre de las nuevas operaciones.
No parece haber indicios de que se vaya a desatar una guerra por el ahorro en nuestro país, como sí se vivió en el pasado. Los bancos españoles están ganando más dinero con el diferencial de intereses entre lo que cobran por prestar y lo que pagan por el ahorro. Si el primero ronda el 3% y el segundo, un 0,64%, la diferencia son más de dos puntos porcentuales. Son máximos desde por lo menos veinte años.
En la zona euro ese diferencial es menor y decreciente: en diciembre estaba en 1,5 puntos porcentuales. Expertos consultados creen que la banca española no comenzará a pagar por los depósitos hasta que no termine de renegociar los préstamos con sus clientes. Explican que hay mucho crédito a tipo variable afectado por la subida del BCE y que las entidades están tratando de reajustar condiciones. "No se pueden arriesgar a subir lo que pagan al ahorro hasta no tener claro cuánto van a terminar ganando con los créditos una vez finalice todo este proceso de ajuste", dicen.
Estos días los principales bancos españoles están presentando sus cuentas anuales. Algunos han registrado cifras récord en 2022. En el caso de los dos grandes, Santander y BBVA, hay que recordar que la mayor parte de su negocio está fuera del país. España no es el país que más ganancias les aporta.
Eso no quiere decir que no les haya ido bien aquí. Las cuatro entidades que han publicado resultados (Bankinter, Sabadell, BBVA y Santander) ganaron conjuntamente 1.300 millones de euros más el año pasado solo en el apartado de intereses. La baja remuneración al ahorro ayudó, en parte, a conseguir estas cifras.
El Gobierno español ha aprobado un impuesto para gravar los "beneficios extraordinarios" del sector durante los dos próximos años. Las entidades avanzan que lo pagarán y que estudiarán al mismo tiempo si acuden a los tribunales para tumbarlo.