Se conocieron hace casi tres décadas en el frío de Minnesota (Estados Unidos). Años más tarde retomaron el contacto cuando coincidieron como profesores de economía en Madrid. Antonia Díaz (Alicante, 1965) y Luis Puch (Madrid, 1966) son catedráticos, coautores y compañeros en el Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE). Ambos defienden la necesidad de los impuestos transitorios al sector energético y a la banca como propone el Gobierno.
Pocos economistas han apoyado públicamente el recargo temporal al sector financiero ya en trámite parlamentario. Se ríen cuando se les pregunta si no se sienten un poco solos. “Sí, pero no nos importa”, contestan tranquilamente.
“Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias”, defienden. “Es verdad que es una frase que puede sonar a eslogan, pero es política económica. Lo que no puede ser es querer que el mercado funcione y el Gobierno, no. Eso no es consistente. Y que el Gobierno funcione significa que puede promover impuestos extraordinarios a los que más se están beneficiando".
Ambos hablan de que no hay simetría en la política fiscal. ¿Qué es esto exactamente? “Los ERTE y los préstamos ICO de la pandemia para ayudar a las personas que lo necesitaban utilizaron recursos que cogimos prestados del futuro. La simetría significa que si hemos dado subsidios ahora deberíamos subir impuestos y habrá que empezar con alguien”, explica Díaz.
Parece que es complicado de plantear. “En los últimos años se ha generado un consenso por el cual tú no puedes aumentar impuestos de determinada manera o a determinada gente”, argumenta Díaz. “Como macroeconomistas los dos tenemos una posición favorable a que impuestos bien diseñados pueden tener muchas consecuencias agregadas positivas”, añade Puch.
Lamentan que este debate esté plagado de “lugares comunes, de poco análisis y visiones cortoplacistas” y aunque coinciden en muchos argumentos, cada uno hace énfasis en un aspecto del impuesto extraordinario a la banca para defenderlo.
Pregunta: ¿Por qué solo se ha planteado el impuesto a la banca en España si es tan obvio desde vuestro punto de vista?
Puch: Nos pasamos el tiempo pensando que solo podemos plantearnos lo que dicen los demás. Cada uno tiene sus circunstancias muy distintas y están tomando decisiones y diría incluso más heterodoxas que nosotros. Por ejemplo: Alemania está nacionalizando en la sombra y como tiene margen fiscal…
Díaz: Esa es la clave. Nosotros no tenemos margen fiscal y tenemos que aumentar los impuestos.
¿Pero no somos los raros de Europa proponiendo medidas que pocos o nadie plantea?
Díaz: Eso es falso y vuelvo al caso alemán: están regando de dinero a todas sus empresas y a punto de cuasi nacionalizar su sector energético. Lo que pasa es que parece que ellos siempre van a ser ortodoxos hagan lo que hagan.
Hay otros economistas que niegan que la banca tenga beneficios extraordinarios. Hablan de recuperación de márgenes.
Puch: Si las entidades desean recuperar sus márgenes, lo que tienen que hacer es banca y no esperar a que los avatares de la política monetaria les permitan recuperarse.
Díaz: Creo que va a haber economistas a los que no vas a poder convencer porque, ¿qué es extraordinario?
Según vosotros, ¿de dónde vienen esos beneficios caídos del cielo?
Díaz: Del incremento de los tipos de interés de referencia. Lo que nos falta es el conocimiento exacto de cuánto están subiendo esos márgenes.
Puch: La banca está llamando a sus clientes y les dice: ahora este crédito te lo ofrezco al 4%.
Esto lo hacen todas las entidades. Otras veces han subido también los tipos y nadie ha hablado de ganancias extraordinarias…
Puch: Pero ahora venimos de un periodo en el que han tenido una financiación excepcionalmente barata. Diría incluso que los préstamos ICO desplegados durante la pandemia con el aval del Gobierno han sido más importantes para sostener el negocio de la banca que los préstamos baratos del BCE. Lo que no sabemos es en qué medida.
Muchos expertos opinan que este impuesto al sector es un error.
Puch: Lo que les parece una mala idea, quizá, es el diseño.
Díaz: Si tuviéramos una cierta progresividad en el impuesto de sociedades, se estarían incrementando los tipos marginales que pagan estas empresas y ninguno se estaría llevando a las manos a la cabeza.
Es decir, que pagarían más de lo que lo hacen ahora.
Díaz: Exacto, pero el sistema no es así, por eso planteamos introducir progresividad a través de un impuesto excepcional. Además, hay que tener en cuenta que el aumento de los ingresos en la banca viene derivado de un efecto regulatorio. No son exactamente resultado de su gestión.
El informe del Banco Central Europeo (BCE) sobre el proyecto es muy crítico. Habla del peligro de desestabilización del sistema financiero.
Díaz: Me parece alarmista y excesivamente exagerado. ¿Qué quieren decir con esto? ¿Qué van a quebrar los bancos? ¿Qué va a disminuir el crédito? ¿Pero no es eso lo que busca precisamente el BCE subiendo los tipos de interés?
Puch: Además, en el informe del BCE no hay análisis. Esto no es bueno.
También se dice que no hay forma de saber si los bancos trasladarán este coste a sus clientes.
Díaz: Creo que el Banco de España, en ese sentido, podría hacer un esfuerzo mayor en supervisar la actuación de los bancos en esta situación.
Puch: Para mí es una cuestión del diseño del impuesto.
Si en lugar de la universidad trabajarais en un banco, ¿cómo convenceríais a vuestros jefes?
Puch: Les diría: pensad a largo plazo. Un pequeño esfuerzo hoy puede tener muchos beneficios futuros de muchos tipos: con los clientes, relaciones institucionales…
Díaz: Eso mismo: me lo has quitado de la boca.