La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido que la rebaja del IVA a los alimentos básicos, que entró en vigor el pasado 1 de enero, no se aplica ya en un 26% de los productos que han analizado en su último sondeo de precios. En una investigación anterior, del 11 de enero, ya detectó fallos en la correcta aplicación del IVA en un 14% de los productos básicos analizados.
Ahora, el organismo ha estudiado 24 alimentos básicos de venta online en las cinco mayores cadenas de supermercados de nuestro país, comprobando que no solo muchos no han aplicado la rebaja, sino que, en una buena parte de los casos, los productos, tanto frescos como envasados, han aumentado de precio.
La casuística es variada: redondeos del precio desfavorables al consumidor, productos baratos que desaparecen, obligando al usuario a adquirir una marca más cara, rebaja del IVA no aplicada, incluso subidas de precios. Situaciones que se producen con más frecuencia en las tiendas online de El Corte Inglés, Alcampo y Carrefour. Y en menor medida, en Dia y Mercadona.
No obstante, dado el elevado número y variedad de superficies comerciales que existen, OCU solicita al Gobierno de España que publique los datos de control de precios y, llegado el caso, sancione de forma ejemplar a aquellos supermercados que de manera reiterada no hayan aplicado la reducción del IVA del 0% a alimentos de primera necesidad y del 5% a los aceites y las pastas.
Además, OCU resalta que el número de hogares que atraviesan dificultades económicas ha pasado del 23% al 35% en los últimos ocho meses; y que nueve de cada diez consumidores están modificando sus hábitos de consumo de alimentos para atenuar la subida de la inflación, como apunta una reciente encuesta realizada por la organización.
Por todo ello, OCU vuelve a recordar al Ejecutivo la necesidad de incrementar de manera urgente el importe del cheque de 200 euros para familias vulnerables, así como el número de beneficiarios, al tiempo que solicita la aplicación del IVA del 0% a la carne y el pescado.
Además, pide una subida de los mínimos personales y familiares en el IRPF (y de las reducciones del trabajo y de autónomos), que corresponden precisamente a la parte de la base liquidable que, por destinarse a satisfacer sus necesidades básicas personales y familiares, no se somete a tributación; y que, de hecho, no se han actualizado desde el año 2015. Una medida que beneficiaría a todos los contribuyentes, pero sobre todo a pensionistas, familias con hijos a cargo y personas con discapacidad.