Llegará el día en el que dejemos de compararnos con cómo éramos antes de la pandemia. Pero seguramente no ocurrirá hasta que la economía se recupere del todo de ese zarpazo que supuso el confinamiento y la paralización de muchas actividades. España todavía no ha vuelto a su nivel de PIB prepandemia, pero otros indicadores ya lo han superado. Es el caso del empleo: el año pasado terminó con medio millón más de ocupados respecto a finales de 2019. Sin embargo, más de la mitad, el 55% de todos esos nuevos ocupados trabajan en el sector público.
El mal dato del sector privado en el último trimestre de 2022, se destruyeron 102.000 empleos, y el mantenimiento del buen tono en el sector público provocaron una especie de sorpasso en esta comparativa con los datos precovid.
De no haber sido por la caída de ocupados en empresas privadas en el último trimestre, este sector habría ganado al público en ese balance respecto al año 2019, tal y como se observa en este gráfico. La línea roja muestra la enorme caída que registraron las empresas en términos de empleo frente a un sector público que no solo no se vio afectado, sino que ha ido sumando nuevos trabajadores desde 2020.
El gráfico anterior compara el dato en cada trimestre respecto al mismo momento de 2019, antes del covid. Es una especie de versión de la pregunta que hace la madrastra de Blancanieves: "Espejito, espejito, dime si estoy mejor o peor que en 2019". Por debajo de cero, claramente peor. Por encima, mejor. Un ejemplo:
¿Esto quiere decir que el sector público ha creado más empleo que el privado? No, exactamente.
Si solo comparamos 2022 con 2021 --lo normal es esto y no irse a comparar con tres años antes--, no hay discusión:
Si miramos todo lo que ha pasado desde el hundimiento que provocó el covid en marzo de 2020, también:
¿Qué conclusiones se pueden extraer? Los datos parecen indicar que ese aumento del empleo en las administraciones públicas que arrancó con la pandemia parece estructural porque no hay nada, de momento, que apunte a que volverá a los niveles de antes del covid. Estamos ante cifras históricas: 3.526.000 trabajadores en lo público. De hecho, su peso en el total ha pasado del 16% de todo el empleo al 17%. Quizá veamos cierta estabilización en los próximos trimestres.
En cuando al sector privado, después de una primera parte de 2022 muy buena se ha impuesto la desaceleración en la segunda mitad --lógica por otro lado con todo lo que estaba pasando. El cuarto trimestre no fue nada bueno, de hecho fue el peor desde 2014 para el sector privado y habrá que esperar a ver con qué tono arranca el mercado laboral en 2023.
La pandemia está totalmente superada en términos de empleo, con un mayor peso de los indefinidos frente a los temporales tras los cambios que introdujo la reforma laboral. Ahora solo falta que la supere el PIB y para eso, según las previsiones, habrá que esperar otro año.