Cómo España pasó de liderar la inflación entre los grandes a terminar 2022 con la más baja

  • Desde diciembre de 2021 hasta agosto de 2022 España lideró las tasas de inflación entre las grandes economías del euro

  • Al cierre de 2022 el IPC en nuestro país había caído al 5,5% frente al 9,6% de Alemania

  • El presidente del Gobierno se congratula de la cifra y asegura que "las medidas del Gobierno funcionan"

"Campeón, enhorabuena por ese inglés...". Un jubilado recibía así a un Pedro Sánchez aterrizado desde Davos (Suiza) y listo para jugar una partida a la petanca en Coslada (Madrid). La grabación se corta justo en mitad de la frase, pero bien podría haber seguido con un: "y felicidades por esa tasa de inflación". El premio ya es oficial. España cerró 2022 con la menor tasa de IPC de toda la Unión Europea (UE).

No era grave. El propio presidente ya se había medio autofelicitado en su cuenta de Twitter horas antes. Nuestro país terminó diciembre con un crecimiento de los precios del 5,5% frente al 9,2% de la zona euro.

"Eurostat confirma que tenemos la inflación más baja de la zona euro. Reducimos 5 puntos en 5 meses. Las medidas del Gobierno funcionan", sostenía Sánchez horas antes de lanzarse a la petanca y hablar de pensiones.

Un giro a la española

La foto no siempre fue tan favorable a España. De hecho, ha cambiado radicalmente desde el verano. Se le acusaba al Gobierno hace no mucho de ser los campeones de la inflación en Europa, pero no era cierto. Países como Letonia, Bulgaria, Lituania o República Checa tenían sistemáticamente mayor crecimiento de precios que nosotros. Sin embargo, cuando la comparación se ceñía solo a las cuatro grandes economías del euro, entonces España sí salía peor parada.

Desde diciembre de 2021 hasta agosto de 2022 nuestro país registró una inflación superior a la de Alemania, Francia e Italia. En julio, cuando se alcanzó el máximo del 10,7% del IPC, estábamos casi dos puntos porcentuales por encima de la media europea. Y en cinco meses hemos conseguido tal cambio de rumbo que nos hemos situado muy por debajo del resto.

"Uno de los motivos principales del diferencial de inflación de España es la elevada sensibilidad de nuestro IPC a los precios de electricidad en el mercado mayorista. La metodología del IPC en España solo tiene en cuenta la tarifa regulada PVPC, vinculada a los vaivenes del mercado mayorista, y no los contratos del mercado libre. La fuerte caída de los precios de la electricidad, estimulada en gran medida por la excepción ibérica, ha favorecido este cambio de tendencia", explica Judith Arnal, economista.

Esto ha provocado que la subida del gas y su impacto en el precio de la electricidad se haya trasladado de manera inmediata en el caso de la inflación en España. En los últimos meses, como el gas y la luz han caído mucho, nuestro IPC también lo ha recogido con mayor intensidad, pero a la baja esta vez. Otros países están reflejando la crisis energética con algo más de retardo. El propio Banco Central Europeo (BCE) alertaba del repunte de los precios este mes de enero en muchos países por la revisión de los contratos energéticos.

Factores diferenciales de España para contener la inflación:

  • El tope el gas también ha jugado su papel. Hemos tenido un MWh hasta un 41% más barato que en Italia. Su impacto en la reducción de la inflación se ha visto multiplicado precisamente por esa forma de medir el coste de la electricidad en nuestro IPC como si fuera "minuto a minuto".
  • La bonificación de 20 céntimos a los carburantes ha bajado de manera artificial el precio de las gasolinas en estos meses. Ahora se espera que su eliminación se refleje en un rebote en el próximo dato de IPC de enero. Se confía en que la rebaja del IVA de los alimentos amortigüe este efecto.
  • Las reducciones de impuestos, sobre todo las que afectan al IVA que paga la electricidad. A impuestos constantes, es decir, sin ningún cambio, el IPC de diciembre habría sido tres décimas superior al finalmente registrado.

¿Qué se espera en los próximos meses? Aunque la inflación sigue siendo una incógnita relevante, las previsiones apuntan a la moderación. "En las últimas semanas, se ha registrado una fuerte caída en los precios de la energía que de mantenerse, permite ser optimista y mantener que la inflación en la zona euro continuará una senda descendente", opina Arnal. Este elemento será común a todos los países.

La clasificación de 2021 y 2022

Este año hemos terminado con la menor inflación de toda la UE. Una comparativa de estas clasificaciones ayuda a tomar perspectiva. Esta es la foto de 2022:

Y esta otra la del cierre de 2021. En ese momento estábamos en la mitad de la tabla. De nuevo: España nunca tuvo el peor dato de inflación de la UE.

La inflación de los alimentos

En la foto del IPC de los alimentos básicos España no registra el menor dato. La inflación de alimentos se situó en el 15,7% al cierre de 2022 en nuestro país, según Eurostat. En Alemania fue cuatro puntos porcentuales superior, pero Italia y Francia tuvieron aumentos más moderados que los nuestros.

Sin embargo, en nuestro país no es donde más suben los alimentos. De hecho, nos situamos por debajo de la media, ahora que se vuelve a rescatar la idea de limitar los precios porque algunos se están "forrando", según la vicepresidenta segunda.

Según el análisis de la oficina estadística europea, el precio de los alimentos se ha visto afectado por el encarecimiento de los bienes y servicios que consume el sector agrícola, que aumentaron un 30% en 2022. "Dentro de esta cesta, hubo incrementos considerables de precios para fertilizantes (+87%) y energía y lubricantes (+59%)". Eso explicaría en buena parte el fenómeno que se observa en todos los países en la cesta de la compra.

A la cadena alimentaria todavía le queda recorrido al alza este 2023, alertaba el BCE en su última reunión de diciembre. En este apartado, lo peor no ha pasado.