La excepción ibérica cumple este jueves medio año de aplicación en nuestro país. Seis meses en los que nuestro mercado eléctrico ha fijado precios de manera distinta al resto de los países europeos. Y eso al final se refleja claramente en los números. El precio medio de la electricidad de los últimos seis meses en el mercado mayorista español ha sido hasta un 40% más bajo que en Italia o Francia.
No todo es mérito del mecanismo adoptado por el Gobierno, sino también resultado de una mayor producción de electricidad con energías renovables o de la caída del precio del gas en octubre y noviembre. Tampoco es un reflejo directo de lo que pagan los consumidores de cada país, ya que la mayoría de contratos en Europa están ligados a referencias de precios menos volátiles ni incluye otro tipo de subvenciones que se aplican a las facturas.
Dicho todo esto, el precio medio del MWh en España en los últimos seis meses ha sido de 220 euros. En Italia o Francia ha sido de 335 y 365 euros/MWh, respectivamente.
"El mecanismo ha funcionado: ha cumplido su objetivo de bajar los precios. Se ha producido un ahorro, aunque ha tenido también sus costes: un incentivo a quemar más gas y una mayor exportación a Francia financiada por los consumidores españoles", valora Natalia Collado, economista en EsadeEcPol. Coincide con ella Francisco Valverde de Menta Energía. "El resultado es positivo por mucho que les pese a algunos". Sin embargo, este experto en renovables discrepa en el incentivo a mayor uso del gas.
"No creo que el mecanismo favorezca que quememos más gas. Hemos utilizado más este combustible en la generación por la sequía. Cuando falta una fuente de energía, como en este caso ha sido la hidráulica, se tira de la que puedes poner en marcha simplemente apretando un botón: y esos son los ciclos combinados de gas", argumenta. La llegada de las lluvias estos días estaría contribuyendo también parcialmente al diferencial de precios que vemos con otros países europeos. Para este jueves:
El escudo que ha supuesto la excepción ibérica lo vimos activado este verano ante la escalada histórica del precio del gas. Entonces el mercado eléctrico francés superó los 700 euros/MWh. En España el máximo fue en ese momento superó los 476 euros MWh.
Ahora, con la llegada de las temperaturas frías y un precio del combustible más caro (sin llegar a los niveles máximos), el mecanismo está marcando diferencias importantes: este jueves el precio del kilovatio en España será hasta dos veces más barato que en las otras grandes economías de la Unión Europea.
Un estudio de EsadeEcPol sobre los efectos de la excepción ibérica concluyó que el ahorro habría rondado los 69 euros para un hogar medio. Cubría solo desde el 15 de junio hasta el 31 de agosto. ¿Podemos suponer que ha ocurrido algo parecido cada mes desde entonces? "Es difícil extrapolar el resultado porque las condiciones han cambiado respecto al verano. Ahora hemos ahorrado dinero gracias a una situación climatológica más favorable y a la caída del precio del gas. Hemos visto que no ha entrado en funcionamiento algunos días", explica Collado, una de las autoras de este análisis. "El ahorro de la excepción ibérica depende de cuánta electricidad se genera con gas y el precio al que cotiza este combustible. Ahora que está volviendo a subir, vuelven a entrar en juego los ahorros".
El medio año de vigencia del tope al gas en España coincide en el tiempo con una nueva cumbre de jefes de Estado de Europa para encarar la crisis energética. Aunque muchos países estaban esperando a ver cómo funcionaba la excepción ibérica para ver si se podía replicar, la idea ha quedado descartada a nivel europeo.
"La idea la planteó la presidenta de la Comisión Ursula Von der Leyen, pero se ha dejado de lado. Ya no está en la conversación europea", analiza Collado. Son varios los motivos que lo explican:
¿Entonces? La idea que ha sobrevivido es la del limitar el precio al que se paga el gas. Los ministros de energía fracasaron este martes en su intento de acordar ese límite . Las negociaciones siguen abiertas y dejan abierta la vía para que sean los líderes quienes desbloqueen la situación a partir de de este jueves. No será fácil aunar los intereses de unos y otros. Alemania teme que si el precio que ofrece Europa a los metaneros es artificialmente demasiado bajo, se corre el riesgo de no recibir bastante combustible. Cualquier cambio en este mercado suscita muchas incógnitas y recelos.