"Si no estás en Google, es como si no existieras". Cuesta creer que una multinacional no siga al pie de la letra este mantra del siglo XXI. Pero en el caso de Iberdrola parece que se les ha escapado este nada pequeño detalle (al menos durante unos días) en una parte muy particular de su negocio: la que le obliga a ofrecer tarifas reguladas de luz y de gas a sus clientes.
La marca con la que Iberdrola comercializa estos precios se llama Curenergía y tiene su propia web diferente. En su día, las autoridades de la competencia obligaron a las energéticas a crear nuevas marcas para que el cliente pudiera distinguir si contrataba la energía en el mercado libre o en el regulado. Este martes por la mañana no había forma de llegar a la web de Curenergía con una búsqueda en internet. Simplemente no salía en los resultados de Google el acceso a esta página.
La alerta la lanzaba un abogado, Samuel Parra, en la red social Twitter. Lo descubrió tratando de cambiar de tarifa. "Estaba con Iberdrola en el mercado libre y quería pasarme a la regulada del gas, que en mi caso es tres veces más barata", explica en un mensaje. Le extrañó no encontrar la web en una simple búsqueda con la palabra: 'Curenergía'.
"Sabía que las compañías estaba poniendo trabas para cambiarte a la tarifa regulada del gas, pero esta me sorprendió porque directamente era como un: vamos a desaparecer de Google y así la gente no nos encuentra y por tanto dificultamos muchísimo que se cambien de tarifa", explica.
Este abogado especializado en asuntos informáticos se dio cuenta de que la página de Curenergía de Iberdrola estaba programada para pedirle a los buscadores que pasaran de largo, por así decirlo. Una especie de zancadilla en el lenguaje de los ordenadores que en la práctica suponía que a un usuario no le resultara fácil dar con la web. "Los cambios se introdujeron el pasado 27 de octubre", apuntaba el hacker Jaime Gómez-Obregón en Twitter.
"No podemos descartar que se trate de un error técnico. Por despiste a veces ocurre, pero es algo más raro en este caso porque la página de Curenergía existe desde hace tiempo. Tendría más sentido encontrar este fallo en una web recién creada o que está en fase de pruebas", explica Obregón.
"Me parece muy complicado de justificar este error y además detectarían inmediatamente una fuerte caída en su tráfico", argumenta Parra.
El ministerio, sin mencionar directamente esta anomalía, lanzaba un comunicado en Twitter. "Las comercializadoras de energía tienen la obligación de ofrecer un acceso sencillo y asequible a sus clientes, independientemente de la tarifa que quieran contratar, sin trabas ni obstáculos y con total transparencia", decía desde su cuenta oficial. Resultaba algo extraño porque el martes era día festivo y el comunicado parecía estar redactado ad hoc: ni siquiera figuraba en los comunicados de prensa del ministerio.
Por la tarde el error ya estaba subsanado en Curenergía. Esa orden que se le daba a los robots de búsqueda para que pasaran de largo se había corregido. No existe una versión oficial de Iberdrola al respecto. La empresa sí reconoce que está recibiendo 5.000 consultas al día de clientes que se quieren cambiar a la tarifa de gas regulada (la TUR es más barata para los pequeños consumidores). "Los contratos se han incrementado y los clientes han tenido acceso", explican.
El grueso del negocio de Iberdrola no se encuentra en este mercado regulado (ni de luz y ni de gas). El 87% de sus clientes tiene un contrato de mercado libre, según informaba la propia compañía hace unos días.
En las últimas semanas se ha detectado en el sector una avalancha de peticiones de cambio de tarifa en el mercado del gas y el Gobierno ha confirmado que existe "una dificultad" a la hora de modificar los contratos. Las autoridades de la competencia (CNMC) lo están investigando, aseguran desde el Ejecutivo.