En plena crisis energética provocada por la invasión de Ucrania, España aumentó de forma muy importante las compras de gas en Rusia durante el pasado año. Los casi 54 teravatios hora (TWh) de gas natural licuado importados durante 2022 suponen un incremento del 45% respecto a los que se trajeron un año antes, según los datos de Enagás.
Esos 17 TWh adicionales importados el pasado año desde Rusia se suman a los 37 TWh que anualmente adquiere España procedentes de un yacimiento situado en la península de Yamal, al noroeste de Siberia, en virtud de un contrato a largo plazo establecido hace años entre Naturgy y Yamal LNG.
Esta empresa pertenece mayoritariamente a Novatek, una compañía independiente, que es la segunda mayor productora de gas del país por detrás de la estatal Gazprom (la gran exportadora de gas a Europa). La energética francesa Total y las chinas CNPC y Silk Road Fund también forman parte del accionariado de la empresa que gestiona el yacimiento del ártico.
El contrato de Naturgy con Yamal es el único que una empresa española mantiene firmado a largo plazo para adquirir gas procedente de Rusia. Estará vigente hasta 2041 y contempla la compra de 3 bcm al año (miles de millones de metros cúbicos), que son transportados en un total de 37 barcos metaneros.
Menos detalles se conocen sobre el 45% más de GNL que se importó desde Rusia el pasado año, aunque fuentes del sector señalan que el fuerte aumento de las compras es el resultado contratos puntuales llevados a cabo por operadores que han aprovechado los bajos precios de este producto. No hay que olvidar que el gas no está afectado por las sanciones impuestas por Bruselas como consecuencia de la invasión a Ucrania y que España cuenta con una tercera parte de toda la capacidad para regasificar el gas natural licuado de toda la Unión Europea .
La evolución ascendente de las compras de GNL ruso registrada en España durante 2022 no ha sido un fenómeno aislado. Con los gaseoductos de Gazprom prácticamente inutilizados por completo desde el verano, la Unión Europea ha incrementado sus importaciones en barco de gas natural licuado para asegurarse el suministro.
Solo durante los nueve primeros meses del año las compras crecieron más de un 40% respecto al mismo periodo del pasado año, según Refinitiv, y la mayor parte de ese aumento fue a parar a Francia, Bélgica, España y Países Bajos. Así, en lugar de conseguir reducir su dependencia, el aumento de las importaciones ha situado a Rusia en 2022 como el segundo mayor suministrador de gas natural licuado de la UE, por detrás de Estados Unidos.
En nuestro país, la mayor entrada de GNL procedente de Rusia se produjo el pasado mes de junio, cuando llegó a situarse como el segundo proveedor de gas, incluso, por delante Argelia. A pesar del aumento de las compras, en el conjunto del año se mantiene en la cuarta posición en la lista de productores. De allí llegaron el 12,1% de los 446 TWh adquiridos en total en 2022 por España, más de tres puntos por encima del porcentaje registrado el pasado año.
El ranking lo encabeza Estados Unidos, que fue el origen de casi el 29% de las compras totales de gas, cuando el año anterior apenas alcanzó el 14%. Con este aumento desbancó a Argelia de su tradicional primer puesto, cuyas ventas a España han pasado de suponer cerca de un 43% a quedarse en el 23% del conjunto anual.
Con los fuertes aumentos de las compras de GNL, Estados Unidos y Rusia suministraron el pasado año más del 40% del gas importado por España, cuando solo cinco años antes suponían apenas un 2% del total.
Ese aumento de las compras de gas natural licuado ha permitido que, a pesar de la gran reducción de los flujos a través de los gaseoductos rusos, los países de la Unión Europea consiguieran que los niveles de sus reservas alcanzaran el 90% antes del mes de noviembre. Además, un otoño benévolo en lo meteorológico ha permitido reducir el consumo y el gas almacenado en el conjunto de la UE roza actualmente el 83% de la capacidad, el nivel más alto en estas fechas de la última década.
En España, las reservas se mantienen por encima de esos valores y se sitúan casi en el 94%, habiéndose incrementado en los últimos días.
Este descenso de la preocupación sobre el suministro de gas para los próximos meses se está reflejando también en la evolución de los precios, que tras haber alcanzado máximos en agosto, han ido descendiendo hasta situarse, desde comienzos de este año, por debajo de los que antes del inicio de la guerra en Ucrania.