España es el país europeo donde menos están creciendo los costes laborales

  • Los costes laborales en la industria, construcción y servicios aumentan un 2,2% en nuestro país en el segundo trimestre, la mitad que en la media europea

  • Solo Grecia registra una caída de los costes laborales, que incluyen salarios y cotizaciones sociales

  • Los precios a los que las empresas españolas venden sus productos y servicios suben un 3,7%, también por debajo de la media de la UE

España es el país europeo en el que menos están creciendo los costes laborales este año 2022. Los datos de la oficina estadística europea, Eurostat, reflejan esta moderación en el lado del factor trabajo ante el actual episodio inflacionista. Los salarios y cotizaciones sociales del sector industria, construcción y servicios crecieron a un ritmo del 2,2% en el segundo trimestre, la mitad de la media europea. Solo Grecia registró un dato más bajo: los costes laborales cayeron en este país respecto al año pasado.

El resultado está en línea con otras cifras del mercado laboral español. En noviembre, los salarios pactados en convenio subieron de media un 2,7%, más de cuatro puntos por debajo del último IPC adelantado, cuya tasa interanual se moderó en noviembre hasta el 6,8%.

"Las empresas se están resistiendo a subir salarios y en las negociaciones colectivas los sindicatos no están consiguiendo grandes incrementos", valora un experto. Que España se sitúe a la cola en la encuesta de costes laborales no resulta una sorpresa sino más bien una constatación de esta moderación que se viene observando mes a mes. También hay que tener en cuenta que ahora mismo nuestro país tiene el menor índice de inflación de la zona euro.

Las subidas de costes salariales las lideran países como Bulgaria, Lituania o Polonia, donde los precios registran incrementos superiores al 15%. En Alemania los costes laborales suben un 4,7%, lo mismo que en Portugal. Más modestas son las variaciones de Francia (3,2%) e Italia (2,9%).

¿Y las empresas?

Las cifras tanto de costes salariales como de convenios colectivos constatan la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores, la mayor desde la crisis financiera. La pregunta que lleva muchos meses en el aire es: ¿y las empresas? ¿También están perdiendo o ellas sí han podido trasladar a sus precios el aumento de costes energéticos y mantener su rentabilidad? Los precios de las empresas también están creciendo por debajo de la media europea.

Esto se puede ver si se analiza lo que se conoce como deflactor del PIB -- la parte del crecimiento económico que se debe al puro aumento de los precios de los productos--. Las empresas españolas están vendiendo sus bienes y servicios un 3,7% más caros que hace un año, según las cifras correspondientes al tercer trimestre del año. Es también de las más bajas dentro de la UE.

De nuevo, como ocurría con los costes laborales, en los países con mayor inflación el deflactor también lo es. Francia e Italia, dentro de las grandes economías europeas, presentan una cifra inferior a la española.

Si las empresas suben sus precios (3,7%) más de lo que aumentan los salarios (2,7% en convenios en noviembre o 2,2% costes laborales), ¿significa que están aumentando sus beneficios? Solo con este dato es difícil saberlo porque hay que tener en cuenta también el aumento de costes energéticos y de materias primas, por ejemplo. "Que suban más que los salarios es un reflejo de que las empresas, claramente, se resisten a perder márgenes ante un aumento del precio de la energía", opina un economista.

Pero para saber realmente si están igual, peor o mejor que antes hay que analizar esos márgenes: qué porcentaje de lo que se vende va a beneficios. El Banco de España (BdE) le sigue la pista a esta variable a través de una encuesta a empresas. No es perfecta y está sesgada hacia negocios de medio y gran tamaño. Lo que cuentan los últimos datos hasta el tercer trimestre es que los márgenes --la rentabilidad de los negocios-- han subido en los últimos meses.

Situarse en la línea 100 es estar como en el año 2019. En los últimos meses prácticamente todos los sectores han superado ese nivel. En media total, los márgenes empresariales que mide del BdE ya están mejor ahora que antes del covid. Por sectores, sin embargo, los resultados son heterogéneos y destaca Comercio y Hostelería, donde más crece la rentabilidad (y el más castigado por la pandemia).

Los expertos insisten mucho en resaltar las enormes divergencias por sectores, actividades e incluso dentro del mismo negocio. La crisis energética, de materias primas y los cuellos de botella en el transporte internacional han impactado de manera desigual. Tanto para la empresa como para el trabajador el episodio inflacionista no ha terminado. Por eso habrá que seguirle la pista a todos estos indicadores para ver si se consigue llegar a un reparto, más o menos equilibrado, del aumento del coste de la vida y de la guerra en Ucrania.