La digitalización, la formación de sus empleados, la consolidación de nuevas formas de trabajo y la incertidumbre económica, son algunos de los puntos que marcarán el futuro laboral de los trabajadores españoles. Es lo que refleja el estudio realizado por Gi Group Holding, multinacional de las RRHH titulado Cómo será el mercado laboral dentro de 5 años.
El presencialismo laboral, siempre que sea posible, tiene los días contados, según la encuesta realizada a más de 2.000 participantes, de entre 18 y 65 años. Casi la mitad de los españoles piensa que ha cambiado la cultura empresarial y ya no se le da tanta importancia a la presencialidad sino a la productividad.
El 54% de los encuestados considera que el trabajo híbrido será la forma más habitual de trabajar en los próximos años y un 27% asegura que lo será el trabajo en remoto.
Por si eso fuera poco, casi la mitad de los trabajadores españoles (49%) afirma que la semana laboral de 4 días será una práctica totalmente generalizada dentro de un lustro.
En un mercado laboral con casi 3 millones de personas en situación de desempleo, las empresas deben prepararse para hacer frente a varios retos en los próximos años.
Más de la mitad de los españoles piensa que los trabajadores de nuestro país no están suficientemente preparados para los próximos cambios del mercado laboral. Son los jóvenes entre 18 y los 24 años quiénes más confían en su preparación, sin embargo, a mayor edad, más crece el escepticismo sobre su adecuación a las necesidades futuras.
9 de cada 10 españoles creen que en 2028 habrá puestos de trabajo que todavía no existen y el 76% asegura que eso hará que las oportunidades laborales sean mayores que en la actualidad.
Sin embargo, el nacimiento de nuevos puestos de trabajo hará que otros estén llamados a extinguirse en los próximos años, así lo consideran 3 de cada 4 españoles. Según el 77% de los encuestados, profesiones basadas en tareas más rudimentarias y repetitivas serán sustituidas por Inteligencia Artificial y casi 7 de cada 10 creen que la tecnología puede resultar un factor excluyente para ciertos trabajadores.
Por el contrario, en este contexto, 2 de cada 3 españoles confían en la capacidad de adaptación a la nueva realidad del mercado en las empresas, aunque casi el 86% considera que las empresas tendrán dificultades para encontrar empleados cualificados en 2028.
No todo van a ser cambios. Según el informe elaborado por Gi Group Holding, la mitad de los españoles afirma que, dentro de 5 años, la elevada tasa de desempleo y la precarización del trabajo juvenil seguirán siendo las principales barreras de acceso al mercado laboral, que seguirá marcado por la incertidumbre económica y el cambio climático.
Preguntados por el sector que más empleo creará dentro de 5 años, los españoles no tienen dudas al respecto: el tecnológico es el más mencionado. A continuación, se sitúa el comercio y la logística, un sector que resultará clave para la aplicación de las competencias digitales según reconocen casi 2 de cada 3 encuestados.
El auge del uso la tecnología por parte de las empresas es innegable. Tal es así que, más de 4 de cada 10 españoles aseguran que éstas optarán por reducir su plantilla a favor de la tecnología mientras que el 39% considera que las compañías solo incorporarán trabajadores especializados.
En este sentido, 2 de cada 5 españoles consideran que los trabajadores más senior podrían perder su empleo por el avance acelerado de las TIC, al necesitar más tiempo que los jóvenes para adaptarse a los cambios. De hecho, para el 58% de los encuestados la soft skill que más se requerirá por parte de las empresas en los próximos años será la capacidad de adaptación al cambio y casi el 77% piensa que no adaptarse a las nuevas tecnologías podría ser causa de despido dentro de 5 años.
Casi 8 de cada 10 españoles piensan que las empresas deberán apostar por mejorar las capacidades de sus empleados para seguir siendo competitivas en un escenario en el que la tecnología determinará el tipo de trabajo, así cómo la formación de los empleados.
En este sentido, el 59% de los encuestados tiene claro que en 2028 la responsabilidad formativa dependerá de ambas partes: los empleados y la empresa, aunque un 33% sostiene que ese peso debe recaer en la empresa.
El 90% de los españoles crean que las empresas deben apostar por la formación continua y personalizada para que los empleados puedan adaptarse a estos cambios, así como establecer formas de trabajo más flexibles y colaborativas.