Miles de médicos madrileños han salido a la calle el domingo, en la multitudinaria manifestación para defender la Sanidad Pública en Madrid, para advertir de que necesitan más recursos y personal para ejercer su labor, en tanto que la situación es “límite” y llevan “muchos años” soportando “mucha presión”.
Una hora antes de la salida de la marcha, una multitud de profesionales sanitarios se agolpaban a las puertas del Hospital de La Princesa, el lugar desde donde ha partido una de las cuatro columnas que han formado parte de la marcha, para “hacer fuerza” y comentar la situación del sector en la región.
Ademanes de preocupación e indignación se entremezclaban con gestos de alegría por la asistencia a la marcha, una de las más multitudinarias que se recuerdan en los últimos años.
Esa inquietud por el conflicto sanitario la ha encarnado María Teresa Hernández, médico de familia desde hace más de 35 años en el distrito madrileño de Hortaleza, que ha advertido que la situación en la región es “muy difícil” y ha recordado que, sin médicos, “la gente se va a morir”.
“Hemos pasado, en este momento de ser Premio Princesa de Asturias y aplaudidos en los balcones a ser unos vagos y unas personas que, básicamente, somos impresentables”, ha criticado en declaraciones a EFE desde La Princesa, donde ha expresado que, en su consulta, atiende a los pacientes con “dos horas de retraso”.
“Me van a tener que acusar de ineficiente”, ha ironizado con enfado en su rostro y tristeza en su voz, al tiempo que ha asegurado que tanto ella como sus compañeros están “agotados” de hacer “virguerías” para sacar adelante la atención sanitaria de quienes lo necesitan.
La doctora ha relatado que, hace dos meses, tuvo que llevar al hospital, con sus propios medios y fuera de su horario laboral, a un paciente con una sospecha de tromboembolismo pulmonar porque había “más de siete horas de demora” en los servicios de ambulancia del 112.
El día anterior a ese episodio, María Teresa tuvo que acudir “corriendo” a un domicilio, dejando la consulta con un único enfermero, para atender a un paciente “en el coche de un familiar” con un síndrome de vena cava superior.
“No me he dado de baja en los últimos cinco años ni una vez, pero no sé cómo estoy viva todavía y cómo estoy de pie”, ha resumido.
Manuel de Castro, médico del Hospital 12 de Octubre, explica que la situación en su centro es “de calma tensa” por los años de “mucha presión”.
“No se ha tratado adecuadamente a los profesionales, y todo esto es una olla a presión”, ha advertido, mientras que ha afirmado que sus compañeros están “hartos” de la “esclavitud a la que nos tienen sometidos desde hace 20 años”.
En su opinión, una solución al conflicto sanitario es mejorar las condiciones laborales, y eso implica “mejorar los sueldos” de los profesionales que forman parte del sector.
También lo cree así Ramón, médico especialista del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, que ha pedido “disminuir la presión asistencial” de los médicos de Atención Primaria y mejorar sus condiciones de trabajo.
El doctor ha criticado la medida transitoria del Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso de paliar la falta de personal con videoasistencia. “Es una herramienta que puede ser muy útil en sanidad y tendrá que ponerse en su lugar; evidentemente, con prisas y como un plan para sustituir la falta de médicos no parece lo más adecuado”, ha dicho.