El Black Friday se ha convertido en una cita clave para el consumo: situada estratégicamente después del verano y antes de la Navidad, en ella las empresas de todo tipo, especialmente las tecnológicas, lanzan ofertas difíciles de resistir precisamente para impulsar sus ingresos y vaciar de stock sus almacenes de cara al último trimestre del año.
De hecho, para muchos negocios estos últimos tres meses son los más importantes en cuanto a ganancias y de ellos depende en gran medida un resultado positivo para el ejercicio en su conjunto. Si estás pensando en lanzarte a hacer compras este Black Friday 2022, entonces formas parte de los miles de españoles que este año adelantarán sus compras navideñas para esquivar la inflación. Toma nota de cómo comprar con cabeza y con seguidad.
El Black Friday tiene su origen en Estados Unidos y comenzó a aplicarse en los años 60. Desde entonces y hasta ahora, son muchos los países que han adoptado esta costumbre, 'estirándose' también la propia jornada, que ahora suele extenderse durante varios e incluso una semana. Las ofertas suelen ser muy cuantiosas precisamente para atraer a potenciales compradores que, de otro modo, esperarían a la temporada navideña para lanzarse a gastar dinero. Por eso no es de extrañar que muchas personas aprovechen para adelantarse y asegurarse, de paso, conseguir determinados productos cuya disponibilidad puede peligrar.
Tal y como asegura BBVA, durante el pasado año nada menos que un 45,8 por ciento de los españoles compró sus regalos de Navidad en estos días de promoción, con un gasto de unos 271 euros de media. Este año se espera que estas cifras permanezcan estables 'gracias' a la inflación y a la escasez de componentes: muchos españoles comprarán no solo super ofertas, sino que también aprovecharán para realizar compras básicas (por ejemplo, para el hogar) aprovechando los descuentos, esquivando así el efecto de la inflación.
Para que tus compras sean seguras, existen determinados consejos que debes seguir. Por ejemplo, informarte previamente sobre la oferta real comparando precios en otras plataformas. Así te asegurarás de que el descuento que aparece indicado realmente es tal. También se recomienda realizar una 'lista de deseos' o, mejor, de necesidades, estableciendo un presupuesto cerrado acorde a tus ingresos y gastos corrientes. Además, no olvides revisar los gastos de envío: en ocasiones pueden aumentar tu factura considerablemente. Una opción es realizar varias compras en la misma web, de forma que este coste quede más repartido y, en conjunto, suponga un porcentaje menor de tu gasto total.
Ten cuidado también con la financiación: cada vez más comercios online y físicos ofrecen pago sin intereses durante varios meses, y elegir este tipo de 'ofertas' financieras siempre será mejor que recurrir a productos de crédito de pago, como las tarjetas revolving. Eso sí, no pierdas de vista tu capacidad de gasto. Especialmente en tiempos de inflación, es importante no lastrar tus ingresos futuros por encima de tus posibilidades, sobre todo con la Navidad (y todos los gastos que ello implica) a la vuelta de la esquina.
Además, una forma de evitar las compras compulsivas consiste en parte a pensar antes de hacer el click final. Ten en cuenta que las tiendas online están diseñadas para llevarte de la mano hasta tu compra sin que te lo pienses demasiado, por lo que es importante resistir este impulso y pensártelo dos veces, salvo que ya hayas analizado previamente todos los pros y contras de tu decisión.
En cuanto a tu seguridad, fíjate en los métodos de pago, que deben ser seguros: PayPal, tarjeta de crédito… Existen sellos como ‘Trusted Shops’ que pueden ayudarte a decidir con cabeza. Comprueba también que la web cuente con un apartado de condiciones generales, protección de datos y política de cancelación, y no olvides verificar si tiene a disposición del cliente un servicio de atención por correo o telefónico. En caso de duda, pagar contra reembolso para que puedas comprobar el estado del producto antes de pagar.