El Gobierno prepara un nuevo sistema para calcular la tarifa regulada de la luz, conocida como PVPC y a la que suelen estar acogidos los usuarios más vulnerables y las familias numerosas, para tratar de evitar así subidas tan abruptas como las vividas en los últimos meses.
Según ha informado este miércoles el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Ejecutivo quiere que, en lugar de fijar un precio con referencia a un día concreto, se tomen tres referencias temporales distintas: una mensual, otra trimestral y otra con la media anual.
Esas referencias se ponderarán de manera diferente (10% la mensual, 36% la trimestral y 54% la anual) para calcular las medias, de forma que pesará más la media anual, lo que permite dar estabilidad al precio resultante y suavizar así sus oscilaciones.
En este sentido, la tarifa regulada, a la que están sujetos el 35% de los consumidores del país -nueve millones-, está indexada a los precios diarios que se registran en el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL), lo que provoca que los consumidores estén expuestos a posibles variaciones, como ha pasado desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania.
Así, la idea del Gobierno pasa por incorporar referencias a los mercados de futuros progresivamente, hasta representar el 25% en 2023, el 40% en 2024 y el 55% en 2025. Los cálculos del Gobierno apuntan a que esa nueva fórmula, que será sometida a consulta pública hasta el próximo 7 de noviembre, reduciría hasta un tercio la volatilidad de la tarifa.
Así, mientras que la diferencia entre el precio más barato y el más caro llega ahora al 27% durante el día, con el nuevo sistema ese porcentaje se reduciría al 17%, mientras que la diferencia mensual pasaría del 23% actual al 16%.