Los lugares más turísticos se resienten de tanta visita. En Venecia (Italia) lo han probado todo, hasta tornos para entrar en la ciudad, pero sus habitantes siguen en pie de guerra para evitar el éxodo de más vecinos. Huyen de las hordas de visitantes que colapsan sus barrios durante todo el año. Los venecianos se han convertido en una especie en peligro de extinción. La ciudad sufre poco a poco la despoblación.
Con miles de turistas abarrotando cada día sus calles, los venecianos han hechos las maletas. Por primera vez en su historia, el número de residentes permanentes bajará de los 50.000, un dato preocupante en la zona, como ya han dejado ver algunas organizaciones en varias protestas. Y es que, de seguir así, en 2030 podría no quedar nadie, salvo turistas, claro.
Años denunciando la saturación y sobreexplotación de su patrimonio, despidiéndose de sus comercios tradicionales, con los alquileres por los aires, convertidos en reliquias de un museo al aire libre. Desde el año que viene, el Ayuntamiento cobrarán una tasa a los visitantes que no pernocten en la ciudad. Controlar el número de turistas, para no perder el alma de la ciudad del norte de Italia.