El calor y la sequía se suma al precio de la energía y a otras muchas dificulades que golpean al sector agrario. Sin agua, no hay cultivo que resista, ni pasto para alimentar al ganado con las consecuencias para la producción de leche y carne.
Las imágenes de las charcas donde beben los animales están secas. Según datos oficiales, el 80% de las charcas están sin agua y los animales sufren el estrés del calor.
Los animales comen menos por el estrés que les provoca el calor y esto disminuye la cantidad de leche o carne que producen, porque al comer menos también tienen un menor crecimiento y desarrollo.
Los ganadores gastan unos 80 litros de agua al día y algunos han tenido que instalar ventiladores para que los animales no sufran tanto las altas temperaturas. Son costes adicionales que tienen que asumir por los ya altos precios de la electricidad.
Los ventiladores, según el propietario de esta granja, supone unos 2.500 euros más en una lista en la que están el coste de las materias primas sin que los ganaderos lo repercutan en el precio final. Con estas subidas, "nos tendrían que pagar 25 euros más por cordero respecto al año pasado", dice uno de estos ganaderos.
Si el calor extremo se prolonga comenzaremos a notarlo en nuestros bolsillos, avisan.