Los trabajadores de Ryanair extienden la huelga hasta el 7 de enero de 2023

  • Ryanair ha despedido a 11 trabajadores y abre expediente sancionador a un centenar desde que comenzó la huelga el pasado mes de junio

  • Se encona el conflicto laboral entre los tripulantes de cabina y la aerolínea irlandesa de bajo coste

  • La movilización de los trabajadores de Ryanari por su convenio colectivo se ampliará con paros de 24 horas hasta enero de 2023

Los sindicatos de tripulantes de cabina USO y Sitcpla mantienen el pulso a Ryanair a cuenta del convenio colectivo de sus trabajadores. Ambos sindicatos han convocado otros cinco meses de huelga desde el próximo 8 de agosto hasta el 7 de enero de 2023 ante la negativa de la aerolínea irlandesa de bajo coste a negociar.

Los paros propuestos durarán 24 horas y se extenderán de lunes a jueves cada semana, según los sindicatos implicados en la convocatoria.

Ryanair rechaza reiniciar las conversaciones con los sindicatos USO y Sitcpla sobre un convenio colectivo para los tripulantes de cabina en España, a los que le aplica la legislación de Irlanda, más favorable a la empresa.

Los sindicatos reclaman medidas de “aplicación de los derechos laborales básicos como “22 días laborables de vacaciones anuales, 14 festivos legalmente establecidos, el cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales”, “el abono de los niveles salariales previos a pandemia”,

Represalias de Ryanair: 11 trabajadores despedidos desde que comenzó la huelga

 Ryanair ha respondido a las movilizaciones de sus trabajadores con el despido de 11 tripulantes de cabina desde que comenzaron las huelgas de junio y julio, violando "el derecho constitucional a huelga”, aseguran desde los sindicatos.

USO y Sitcpla han exigido la “readmisión inmediata” de los once trabajadores y también “la paralización y archivo de todos los expedientes sancionadores abiertos a aproximadamente unos 100 trabajadores con motivo de los paros anteriores”.

Ryanair ha justificado los despidos por el incumplimiento de los servicios mínimos, algo que niegan los trabajadores y sindicatos, que alegan que estos no fueron correctamente comunicados.