La aerolínea Ryanair siempre se ha caracterizado por tener vuelos baratos. Pero esto va a dejar de existir, pues el aumento de los precios se va a notar próximamente en la página web de Ryanair. Los chollos de los que disfrutaban los viajeros han llegado a su fin. Su consejero delegado, Michael O'Leary, ha adelantado que la compañía va a dejar de ofrecer vuelos tan baratos, pues se ve obligada a aumentar sus precios por la subida del petróleo y los cargos ambientales.
Los precios actualizados estarán en vigor durante los próximos cinco años, así lo afirma O'Leary en una entrevista con Financial Times. Las cifras de la aerolínea ascenderán hasta los 50 y 60 euros de media. Lo que supone un aumento de hasta 10 y 20 euros más respecto a su precio medio actual (40 euros). "No creo que los viajes aéreos sean sostenibles a medio plazo a una tarifa media de 40 euros", aseguró O'Leary.
Como recalca el propio consejero delegado, las tarifas de Ryanair eran demasiado baratas para lo que ofrecían. "Me parece absurdo cada vez que vuelo a Stansted, el viaje en tren al centro de Londres es más caro que la tarifa aérea", añadió en declaraciones recogidas por el citado medio. Aún así, defiende que los precios de su compañía continuarán siendo económicos.
Las palabras de O'Leary llegan en un momento tenso para la compañía de bajo coste en España, pues la huelga de sus tripulantes se ha alargado doce días más en julio. Los paros volverán los días 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27 y 28 de julio en los diez aeropuertos españoles en los que opera Ryanair -Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante, Valencia, Barcelona, Girona, Santiago de Compostela, Ibiza y Palma de Mallorca-, según informaron los sindicatos convocantes.
Los trabajadores denuncian que Ryanair sigue sin escucharles. "Prefieren dejar a miles de pasajeros en tierra antes que sentarse a negociar un convenio bajo la legislación española", aseguraba la secretaria general de USO en Ryanair, Lidia Arasanz.
La Administración recuerda a los viajeros que las cancelaciones de vuelos por una huelga no es una circunstancia extraordinaria. Por lo que la aerolínea está obligada a pagar compensaciones por la cancelación del vuelo si no ha avisado de la misma con, al menos, 15 días de antelación. Estas compensaciones serán en función de la distancia del vuelo cancelado. La mínima es de 250 euros y la máxima de 600 euros.
Estas compensaciones económicas van más allá de la asistencia que la compañía está obligada a dar. Los pasajeros tienen derecho a la información, y para ello la compañía aérea debe entregarles un impreso con las condiciones de asistencia y compensación.
El pasajero tiene también el derecho de asistencia, es decir, la aerolínea tiene que darles comida y bebida suficiente. También, tienen derecho a realizar dos llamadas telefónicas o acceso al correo electrónico y, si fuese necesario, a una o más noches de alojamiento, así como al transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento. Esta asistencia tiene que pagarla la compañía aérea, no puede pedirle al pasajero que la abone él y luego la reclame.
En caso de cancelación, el pasajero tiene derecho a elegir entre el reembolso del billete o que la compañía le proporcione un transporte alternativo hasta el destino final lo más rápidamente posible. En caso de elegir el transporte alternativo, la compañía debe buscar la opción más rápida. Por ello, no puede ofrecer únicamente plazas en vuelos propios, o uno o varios días después si existen plazas disponibles en otras compañías en ese mismo día. El transporte alternativo es hasta el destino final y es responsabilidad de la compañía abonar el mismo, por lo que ésta no puede pedir al pasajero que adelante el coste de dicho transporte.
En caso de retrasos de dos o más horas en la salida del vuelo, los pasajeros tienen derecho a información y derecho a asistencia, aunque la demora está condicionada a una serie de límites temporales en función de la distancia del vuelo.