Las medidas en materia tributaria aprobadas por el Gobierno para atajar la subida de la electricidad y su impacto en la factura de la luz han ocasionado una pérdida recaudatoria de 5.300 millones desde su puesta en marcha el año pasado.
Así se desprende del informe mensual de recaudación tributaria correspondiente al mes de mayo y publicado esta semana por la Agencia Tributaria, en el que se recoge el impacto de la rebaja de los tipos en la electricidad aprobada por el Ejecutivo, que se ha prorrogado hasta finales de año.
Solo en los cinco primeros meses del año, las medidas fiscales para atajar la escalada del precio de la electricidad supusieron una reducción de ingresos de 3.695 millones, de los que 1.520 millones corresponden a la rebaja de tipos impositivos y 2.175 millones, a la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica.
Según explica la Agencia Tributaria en el informe, el significativo impacto en cuanto a la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica se debe a que en mayo se debería haber ingresado el devengo del primer trimestre. Como comparativa, Hacienda apunta a que el pasado este impuesto supuso unos ingresos de 321 millones y este año, dados los precios del mercado mayorista que se registraron en los primeros meses, los ingresos hubiesen sido mucho más altos de no haberse suprimido el impuesto.
En cuanto a la rebaja de tipos, el impacto en las cuentas públicas en los cinco primeros meses del año fue de 660 millones menos por la bajada del tipo del IVA desde el 21% al 10% a los consumos domésticos, y de 860 millones por la disminución del tipo desde el 5,11% hasta el 0,5% en el Impuesto Especial sobre la Electricidad.
Cabe recordar que a finales de junio, el Gobierno aprobó la extensión del real decreto-ley de medidas urgentes para paliar las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, que incluye la prórroga de las medidas fiscales para abaratar la factura de la luz e incorpora una reducción adicional del tipo del IVA desde el 10% anteriormente aprobado al 5%.
La nueva bajada del IVA de la luz se produce en los mismos términos en los que estaba vigente. Es decir, afecta a los consumidores con una potencia contratada inferior o igual a 10 kW, siempre que el precio medio aritmético del mercado mayorista de la electricidad correspondiente al mes anterior al del último día del periodo de facturación haya superado los 45 euros por MWh.
Según el Ejecutivo, esta rebaja del IVA permite reducir la factura a 27,7 millones de hogares, autónomos y empresas y se aplica también al 72,5% de los contratos de suministro de electricidad de empresas y negocios (no domésticos).
El gravamen del 5% se aplicará también para los consumidores vulnerables severos y en riesgo de exclusión, con independencia de la potencia contratada o del precio de la electricidad, medida que beneficiará a más de 640.000 hogares.
Asimismo, el Impuesto Especial sobre la Electricidad, que el Gobierno ya rebajó en septiembre de 2021 de un tipo del 5,1% al 0,5%, mantendrá este gravamen mínimo que permite la normativa de la Unión Europea hasta el 31 de diciembre de 2022.
El decreto aprobado a finales de junio también mantiene la suspensión durante todo 2022 del Impuesto del Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE), un tributo que grava con un 7% los ingresos obtenidos por la venta de la electricidad en el mercado mayorista y se repercute en el precio de dicho mercado y en la factura final.
Según los cálculos del Ejecutivo, la prórroga de estas medidas fiscales relacionadas con la electricidad durante todo 2022 supondrá un coste para el Estado de entre 10.000 millones y 12.000 millones de euros.