El juicio a Luis Rubiales se encuentra ya en su recta final. En su informe final, el abogado de Jenni Hermoso ha dicho que el que fue presidente de la RFEF jamás debió dar un beso a la futbolista, aunque le hubiera pedido su consentimiento, dada su superioridad jerárquica sobre ella. Sin embargo, la abogada de Rubiales considera "acreditado" que la jugadora dio su consentimiento y pide la absolución.
Según Olga Tubau hay dos pruebas que "acreditan que Hermoso dio su consentimiento". La primera, ha explicado, es un vídeo en directo emitido en Instagram desde el vestuario, en el que puede verse cómo la jugadora con una expresión "de máxima alegría, bebiendo champán" y supuestamente viendo en el teléfono las imágenes del beso.
"Alguien pregunta: '¿Quién te ha besado?'. Y ella contesta: '¡Eh! Pero no me ha gustado'", ha recordado Tubau, que ha señalado que, inmediatamente, Hermoso añadió: "Pues vale".
Según la abogada, esa respuesta venía a una pregunta, que habría sido pronunciada por su compañera Laia Codina, y que le habría cuestionado sobre qué le habría dicho a Rubiales cuando éste le pidió "un besito".
Según Tubau, Hermoso estaba en ese momento con "buen humor, alegría y cierta euforia". "Puede no haberle gustado el propio contacto físico, puede no haberle gustado la repercusión que de forma inmediata tuvo en los medios de comunicación y en el resto del mundo dado a posteriori del otorgamiento del consentimiento, pero eso no invalida el consentimiento", ha sostenido.
La segunda prueba, según la defensa de Rubiales, es la pericial propuesta por su parte consistente en la lectura de los labios del expresidente en los instantes previos al beso. Según el perito que compareció en sede judicial, el que fuera máximo dirigente de la RFEF preguntó a la jugadora: "¿Te puedo dar un besito?".
Tubau ha criticado los argumentos de la defensa, basados en señalar que cuando Rubiales pidió darle un beso la jugadora podía pensar que se refería a que se lo daría en la mejilla. "Mire señoría, nadie en nuestro país, en un país mediterráneo con los usos sociales de nuestro entorno, pide un beso para darlo en la mejilla. Esto quizás ocurrirá en Japón, donde se ha vetado prácticamente cualquier contacto físico", ha argumentado.
En cambio, el abogado de Jenni Hermoso ha ido más allá de la falta de consentimiento. "No estamos ante un consentimiento estamos ante un sometimiento", ha enfatizado durante la lectura de su informe definitivo, Ángel Chavarría.
El abogado de Jenni Hermoso ha afirmado que "no hay ninguna prueba que acredite" que Hermoso consintió el beso que le dio Rubiales "por su cuenta y riesgo, y de manera sorpresiva". "Iba a consumarlo en cualquier caso", pues "no había posibilidad de escaparse", dado que le tenía sujeta la cabeza.
Aún así el abogado de la acusación particular ha considerado que la petición del consentimiento, que por otra parte ha negado que existiera, "ni siquiera debía haberse producido", dada "la diligencia debida" que debía haber tenido que tener Rubiales como presidente de la RFEF, según establece el protocolo frente a la violencia sexual aprobado por la Federación.
"Nunca debía haber pedido el consentimiento ni pasársele por la cabeza" pedírselo "a una persona que jerárquicamente estaba por debajo y bajo sus instrucciones".
En un principio, estaba previsto que el juicio quedase visto para sentencia este jueves, si bien la extensión de los informes de acusaciones y defensas, seguido del derecho a la última palabra de los acusados, ha dado lugar a la celebración de otra jornada más.
Los acusados se enfrentan a penas de entre dos años y medio y un años y medio de cárcel.
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