Gabriela Dabrowski, jugadora de tenis canadiense de origen polaco ha confesado que libró una dura batalla contra el cáncer de mama mientras jugaba sobre la hierba de Wimbledon y ganaba la medalla de bronce en los dobles mixto de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La tenista canadiense ha compartido un mensaje en sus redes sociales afirmando "Sé que esto será un shock para muchos, pero estoy bien y estaré bien. La detección temprana salva vidas”.
Dabrowski supo en 2023 que tenía un bulto, pero le aseguraron que no era peligroso, un año después nuevas pruebas diagnósticas revelaron la peor de las noticias: padecía un tumor maligno de mama.
La proximidad de las competiciones de Wimbledon y los Juegos Olímpicos de París 2024, llevaron a la deportista a retrasar el tratamiento para intentar revertir el proceso tumoral.
Un año más tarde, la tenista, tercera del mundo en la competición de dobles femenina, reconoce que "todo me parece surrealista" y se pregunta en público "¿Por qué estoy compartiendo mi historia ahora?", una cuestión que ella mismo ha querido responder reflexionando con sus seguidores en las redes sociales: "Durante mucho tiempo no estaba lista para exponerme a la posible atención y preguntas que habría recibido. Quería resolver todo y manejar las cosas en privado con solo las personas más cercanas a mí al tanto”.
Entre sus confesiones, Dabrowski, cuenta que, aunque retrasó los tratamientos contra el cáncer, no pudo evitar someterse a una intervención con el objeto de reducir el intenso dolor que padecía cada vez que realizaba el servicio de saque.
Cuenta Gabriela que tras ganar la medalla de bronce en dobles femeninos en París 2024 llegó el momento de someterse al tratamiento postergado y lo hizo con radiación y terapia endocrina.
Según reconoce, "Mi intención al compartir parte de mi experiencia es enfatizar la calidad de vida que se puede mantener cuando el cáncer se detecta temprano, cuando se tiene acceso a médicos y otros profesionales de la salud que son altamente capacitados y dedicados a su oficio, cuando se cuida el bienestar mental, físico y espiritual, y cuando te rodeas de personas que realmente te protegen".
Concluye la tenista asegurando que "Perder todo por lo que había trabajado toda mi vida era una posibilidad real", por lo que, ahora, superada la enfermedad su mensaje es claro y directo: "Al cáncer le digo que se joda, pero también, gracias".
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