La china He Bing Jiao, rival de Carolina Marín en la aciaga semifinal de bádminton de los Juegos Olímpicos de París 2024, en la que la española volvió a lesionarse de su rodilla derecha, ha tenido un aplaudidísimo gesto en el que ha querido auparla simbólicamente al podio de las grandes ganadoras.
Concretamente, la asiática, que se ha alzado con la medalla de plata de bádminton femenino, posaba en pleno podio de París con el metal conquistado en una mano y con un pin de la bandera de España en la otra, en señal de admiración, respeto y solidaridad con Carolina Marín, que desde su lesión no ha dejado de recibir muestras de apoyo y afecto.
"Realmente no quiero que suceda este tipo de cosas. Carolina, incluso, me animó después, diciéndome que jugara bien en la final", contaba He Bing Jiao tras el partido en el que la onubense acabó entre lágrimas, desconsolada y devastada al revivir la pesadilla sufrida con la rodilla y las lesiones en los que, como anunció, probablemente iban a ser sus últimos juegos.
Sin olvidarse de ella y de sus palabras de aliento aun cuando estaba en uno de sus peores momentos, He Bing Jiao subió al podio para tener a Carolina Marín presente con ella de un modo simbólico; un simple gesto pero muy poderoso, que vuelve a ensalzar los valores de la solidaridad y el deporte, del compañerismo y la unión más allá de las rivalidades. Un ejemplo, sin duda, –el de ambas–, que encumbra estos Juegos.
En lo competitivo, esta vez el oro fue para la surcoreana Se Young An, mientras el bronce fue para Gregoria Mariska Tunjung, de Indonesia. Más allá de los metales, He Bing Jiao y Carolina Marín, –que ha recibido el cariño de múltiples deportistas, altos cargos e infinidad de aficionados–, son también dos grandes campeonas.
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