Rafa Nadal no quiere pensar aún en su adiós al tenis, tras perder (6-1 y 6-4) contra el serbio Novak Djokovic, cabeza de serie número uno, en la segunda ronda del torneo olímpico de Paris 2024, y recordó que todavía le resta su participación en el dobles con Carlos Alcaraz, que afronta "con ilusión".
Con la mirada perdida y el sudor aún derramándose por un rostro serio, Rafa Nadal no puso reparos a su derrota contra 'Nole' Djokovic, al que había ganado en las semifinales de Beijing 2008 y justo antes de lograr el primero de sus dos oros olímpicos -el segundo en Rio 2016 en dobles con su amigo Marc López- en los Juegos.
"La valoración es simple: ha sido un jugador mucho mejor que el otro y hay que aceptarlo. Durante una hora ha sido duro de digerir todo lo que estaba pasando, aunque lo he hecho sin problema. He intentado estar con la actitud y con la mentalidad adecuada para aceptarlo", valoró en la zona mixta en un edificio contiguo a la pista Phillippe Chatrier.
Minutos antes del inicio de la 'final' de Nadal, el extenista alemán Boris Becker buscaba acomodo en la posición de comentaristas de televisión, y los aficionados españoles hacían fila para fotografiarse con la escultura de hierro de 3 metros de altura en honor a Nadal en Roland Garros.
Eso fue unas horas antes de que el Nadal más sincero resumiera una gesta que se quedó a medias en una pista central volcada con el español. "Sabía que había una posibilidad de que fuera así y lo he hecho. No he sido capaz de jugar al nivel que necesitaba para crearle problemas, y él tampoco me ha regalado prácticamente nada", lamentó.
Para el balear 'Nole' estuvo "bastante inspirado" durante mucho rato, no le dio opción con ese revés que le ha llevado a ganar 24 'Grand Slams', dos más que Nadal, y el pupilo de Carlos Moyá, acompañado del seleccionador nacional David Ferrer en la grada, no tuvo la "calidad de bola continuada" como para crear problemas al cabeza de serie número uno en París.
"Tampoco tengo las piernas de hace 15 años. O sea que, sin calidad de bola y sin las piernas de hace 15 años pues, no vas a crear problemas a uno de los mejores jugadores de la historia", resumió entre resignado y frío en el análisis ante el corrillo de la prensa.
Sin abandonar la mirada al infinito el bicampeón olímpico confesó que no jugó su mejor tenis. "No he estado a mi nivel, el otro sí y la reacción no ha sido completa. He conseguido recuperar hasta el punto de darme una opción para ponerme 5-4 arriba, pero tampoco he sido capaz de convertirla y se acabó, nada más", resumió.
A su juicio, cuando uno no es capaz de dar ese nivel que necesita las "pequeñas diferencias" son las que deciden, pero insistió en que no quiere mirar más allá de los Juegos de Paris sobre el futuro en el circuito profesional.
"Las decisiones que tenga que tomar las tomaré después de aquí. Estoy en competición, me queda el doble y no es momento de venirse abajo sino de aceptar una derrota dura por la forma, pero también por eso es fácil. No he estado al nivel y, a partir de ahí, pues tener la mentalidad adecuada y en eso no voy a fallar seguro para mañana estar listo", subrayó.
Tampoco desea pensar que esta derrota fue una despedida de la arcilla que le vio triunfar en París. "Te lo juro que no puedo estar pensando todo el día eso. Vengo aquí y me preguntáis cada día lo mismo y al final es muy difícil recuperar un nivel óptimo si estoy cada día pensando si me retiro o no. Intento vivir mi día a día", señaló.
Nadal evocó esos dos años "muy difíciles", con muchos problemas físicos y la operación de cadera que le han lastrado para poder tener una continuidad en el juego y los resultados. "Me he dado un tiempo extra para ver si era capaz de recuperar muchas cosas, pero este tiempo no lo puedo vivir cada día pensando si es el último o no es el último porque si no es imposible", reflexionó.
Y prosigue con el relato de cómo se siente. "Estás con una mosca detrás de la oreja que no te deja desarrollar lo que tengas que desarrollar. Se me hace difícil, a veces olvidarme, de eso porque cada día que vengo tengo que responder a esta pregunta. Intento mirar hacia adelante. Cuando termine en las Olimpiadas voy a tomar las decisiones que tenga que tomar en base a las ganas y las sensaciones que tenga", adelantó.
Nadal dice que, aunque para muchos tenga poco sentido estos dos años sufriendo, se va sintiendo mejor físicamente. "Evidentemente, si siento que no soy competitivo y no tengo capacidad de serlo voy a tomar la decisión de irme. Pero he jugado poquito desde que me he operado de la cadera, de la que no es fácil de recuperarse", argumentó.
En este poco más de un año desde la operación de la cadera, la regeneración de la zona ha sido lenta y ha intentado disfrutar y darse la opción de ser competitivo. "Si después de aquí no tengo más ganas de jugar, pues os lo comunicaré y ya está. Pero dejarme un poquito el día a día y elegir lo que tenga que hacer cuando lo tenga que hacer", solicitó.
Mientras tanto, Nadal aseguró estar "bien" a pesar de que un escáner que reveló hace cinco días una "pequeña imagen negativa" en el aductor largo. "Pero era muy pequeñita. Saltó una fibra, pero era una lesión muy pequeñita y tampoco es un músculo tan directo. Me ha permitido jugar, no ha sido un problema de eso en ningún caso. Y estoy con la ilusión de jugar el doble mañana y hacerlo bien", recalcó el 'eterno Rafa', a un puñado de metros de ese monumento en su honor en el que se seguían fotografiando los aficionados a la salida de la Chatrier.
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