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La selección española ya está preparada para enfrentarse a Inglaterra este domingo, a partir de las 21:00 horas, en la final de la Eurocopa, a la que llega tras haber derrotado a Francia en semifinales el pasado lunes. Un encuentro en el que destacó Lamine Yamal, quien firmó un auténtico golazo y que este sábado, 13 de julio, cumple 17 años.
En Berlín, donde finaliza el torneo, el ambiente se anima por momentos, según informa Manu Carreño. Se calcula que unos 10.000 españoles asistirán al partido. Serán muchos menos que los británicos (alrededor de 50.000), aunque compensarán esa desventaja con el enorme ánimo que ya despliegan por las calles de la capital germana.
Todavía este fin de semana hay aficionados optimistas que intentan viajar a Alemania y ya no es nada fácil volar, directo o con escalas, y sí resulta muy caro. De hecho, las asociaciones de consumidores denuncian los abusos de las aerolíneas a costa de la ilusión futbolera.
Día previo a la final de la Eurocopa y los aeropuertos se empiezan a llenar de rojo. "Hombre claro, hay que estar preparados para mañana, ya la cuarta es inevitable", dice un joven. Otra aficionada asegura que "tienen una muy buena selección, entonces yo creo que son los favoritos".
La euforia por la 'Roja' desata la locura hasta tal punto que muchos deciden lanzarse a la aventura con todo. No dudan en ponerse de camino sin tener alojamiento ni entrada, las cuales pueden superar fácilmente los 1.000 euros. "Yo vengo de Frankfurt y tampoco tengo entrada, aunque venía con esperanza", apunta un seguidor.
El viaje está 600 euros por encima de lo que costaría un vuelo entre Madrid y Berlín al día siguiente, como destaca Laura Sólvez. "Vivir una final es un hito que no se te olvida en la vida", destaca un hombre. Los que se quedan aquí, les esperan con los brazos abiertos.
Ya no sorprende lo que el fútbol es capaz de unir. Personas que tienen familiares que han viajado desde Argentina y a los que no habían visto personalmente en dos décadas. "A por la Eurocopa y la Copa América, no podemos fallar", señala un aficionado albiceleste.
Aquí, los pequeños más optimistas hacen sus apuestas: "5-2 ó 3-1". Sin aventurarse a pronosticar un marcador, hay quien lo deja claro: "Las finales son para ganarlas".
En Inglaterra, los españoles tienen el corazón dividido. "Yo quería que llegasen los dos a la final y han llegado, así que alabado sea el Señor", afirma un hombre, mientras otra mujer, sonriente, añade: "Que gane el mejor".
De momento, hasta el oráculo que han elegido en las islas, un pingüino, se posiciona con nosotros.
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