El hermano de Jennifer Hermoso y una amiga han respaldado este lunes en sede judicial el testimonio de la jugadora de la selección de fútbol de que el beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales no fue consentido, según han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press.
El juez de la Audiencia Nacional (AN) que investiga a Rubiales por el beso a Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial en Sidney (Australia) ha tomado declaración este lunes a un hermano y una amiga de la jugadora. También ha escuchado a dos peritos que han ratificado el informe aportado por la defensa de Rubiales a la Audiencia Nacional.
A estas comparecencias se sumarán el jueves las del director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera; el exdirector de Integridad, Miguel García Caba; la jefa de prensa de la Selección femenina de fútbol, Patricia Pérez; y la del director de la Selección masculina, Albert Luque.
Estas declaraciones tienen lugar después de que el magistrado recibiera a través de la Embajada de Australia el certificado del contenido de todos los delitos del Código Penal de aquel país en relación con los hechos investigados y que son aplicables en el Estado de Nueva Gales del Sur.
Cabe recordar que la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, preguntó a Rubiales por cinco personas durante el interrogatorio ante el juez celebrado en el marco de la causa que se sigue por presuntos delitos de coacciones y agresión sexual.
Las fuentes consultadas explicaron entonces que el Ministerio Público trató de averiguar si esas cinco personas, entre las que se incluyen el exseleccionador del equipo femenino Jorge Vilda y los mencionados Luque y Rivera, habrían tratado de coaccionar a la jugadora tras el beso forzado.
Tras el interrogatorio, el instructor acordó a instancias de Fiscalía que Rubiales no pueda comunicarse con la jugadora durante la instrucción de la causa abierta, prohibiéndole además acercarse a ella a menos de 200 metros.
Según fuentes fiscales, Rubiales negó ante el juez que se dieran coacciones hacia la jugadora de la absoluta y su entorno, así como que hubiera falta de consentimiento en el beso en la boca que le propinó. El expresidente de la Federación contestó a las preguntas de todas las partes durante los cerca de 45 minutos que duró su declaración como investigado.