Ha sido el New York Times el que ha sacado a la luz algunas de las razones por las que 15 jugadores de las selección femenina decidieron no acudir al mundial de fútbol que ganó España. El beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso, el mismo día de la victoria ante Inglaterra provocó un terremoto que acabó con la suspensión del presidente de la RFEF y finalmente con la destitución de un Jorge Vilda que ya estaba en entredicho, pese a la victoria, por las críticas de una parte de las jugadores en la convivencia y la manera de trabajar en el día a día. La Federación decidió finalmente que tenía que destituir a Vilda y eso que Rubiales le había prometido tras negarse a dimitir renovar con un salario de medio millón de euros. No ha sido así. El entrenador ha calificado su destitución como injusta.
Jorge Vilda, contratado en 2015 después de que uno de sus predecesores fuera despedido en medio de acusaciones de sexismo, había sido durante mucho tiempo objeto de quejas de los jugadores. Salarios desiguales, comportamiento controlador y una cultura general de sexismo era el que dominaba en el ambiente, según las jugadoras. La Federación no cedió, apostó por Vilda. Fueron ocho las que dieron marcha atrás y avisaron de su disponibilidad para disputar la Copa del Mundo, pero Vilda sólo recuperó a tres de las 15: Ona Batlle, Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí.
Ahora, una investigación publicada este miércoles por el New York Times, con entrevistas a más de diez mujeres que trabajan en el fútbol español, denuncia "más de una década de sexismo", de "paternalismo" y "abuso verbal" a todos los niveles hacia las futbolistas y las integrantes del sistema.
Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga femenina española, Vero Boquete, excapitana de la selección, y Ana Muñoz, ex vicepresidenta de integridad de la Real Federación Española de Fútbol, entre otras, lamentaron un trato vejatorio por parte del presidente Luis Rubiales y los exseleccionadores Jorge Vilda e Ignacio Quereda.
La investigación del New York Times fue realizada después del escándalo provocado por el beso en la boca que Rubiales dio a la futbolista Jennifer Hermoso en la ceremonia de entrega de las medallas del Mundial femenino, conquistado por primera vez por España.
Álvarez tildó a Rubiales de "chovinista egocéntrico", que nunca mostró interés en la liga de fútbol femenino y que dirigió su deporte basándose en "el menosprecio y la humillación".
La presidenta aseguró además que la RFEF es una "estructura corrupta" y que Rubiales "intentó sabotear la apertura de la temporada de fútbol femenino 2022-2023" al ayudar la organización de una huelga arbitral que obligó a aplazar la disputa de la primera jornada, destaca el New York Times.
Vero Boquete contó que entre 2015 y 2017 el entonces seleccionador Jorge Vilda tenía un comportamiento muy controlador hacia las futbolistas. Según la futbolista del Fiorentina italiano, Vilda quería que las jugadoras estuvieran "dónde él podía verlas" cuando se reunían para tomar un café y también decidía dónde se tenían que sentar durante las comidas.
Además, exigía que las jugadoras "dejaran sus puertas abiertas por la noche para que pudiera asegurarse de que todas estuvieran en la cama". "Si te vas a otras habitaciones, quizás vas a hablar de él", afirmó Boquete.
Ana Muñoz, que dejó su cargo de vicepresidenta de integridad de la RFEF en 2019, aseguró al New York Times que durante su trabajo se sintió como un elemento "decorativo". Subrayó que quince los 18 miembros de la cúpula directiva eran hombres y que, pese a estar a cargo del departamento de integridad, se le impidió suspender a uno de ellos, al estar investigado por usar fondos federativos para remodelar su casa. "No podía entender que un departamento de integridad no pudiera ocuparse de temas de integridad", reconoció Muñoz.
El diario neoyorquino asegura además que accedió a documentos que revelan que Rubiales era contrario al fútbol femenino profesional desde el comienzo y que en 2020 se opuso a la creación de la liga.
Jenni Hermoso formalizó el martes su denuncia contra Rubiales por el beso en la boca que éste le dio en la entrega de medallas del mundial en Sídney, un paso que motivará la presentación de una querella por la Fiscalía.
Poco más de una semana después de que el ministerio fiscal le ofreciese la oportunidad de emprender acciones legales contra Rubiales como víctima de un presunto delito de agresión sexual, la jugadora de la selección española ha decidido denunciarle ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Fuentes fiscales han informado de que fue este martes cuando Hermoso formalizó denuncia expresa contra él en el marco de una comparecencia que tuvo lugar en la sede de la Fiscalía General del Estado, en Madrid, para "proteger" su "privacidad".